Bloomberg News.-Nunca nadie ha acusado a Juan Manuel Santos de no proponerse grandes objetivos. El presidente colombiano ya ha apostado su carrera a que las conversaciones de paz pongan fin a las operaciones guerrilleras más antiguas de América Latina, una quimera que eludió a media decena de sus predecesores.
Santos volvió a doblar la apuesta esta semana y anunció una interrupción de los ataques aéreos contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, medida que podría valerle un Nobel de la Paz o hacerlo desaparecer en el éter andino.
El anuncio del 10 de marzo sorprendió a los colombianos –y a todos- luego de los meandros de las prolongadas conversaciones entre el gobierno de Santos y las FARC.