Santo Domingo.– Propietarios de pequeños colegios están preocupados por las grandes deudas acumuladas por pago de locales e inversiones para dar curso al nuevo año escolar y el dilema de no poder ofrecer clases, aunque sea semi presencial.
Afirman que han perdido parte de la matrícula estudiantil por el hecho de no poder recibir a los infantes en los horarios laborales de los padres.
La generalidad alega que ofrecen servicios de calidad, a bajo costo y operan como un servicio social, pero la pandemia los está llevando a la quiebra y no cuentan con el soporte de las autoridades.
“Los colegios no deben ser catalogados todos iguales, los de bajos recursos no hemos encontrado defensores, ni en el gobierno, ni en otros sectores que muestren valoración y respeto por el trabajo que dignamente realizamos y que a pesar de las circunstancias seguimos trabajando”, comentó Julissa Martínez, directora de Génesis, y miembro de la Asociación de Colegios Pequeños de Santo Domingo Este.
El gran dilema que tienen estos centros educativos es el manejo de la docencia virtual, que a consideración de la generalidad no es una opción saludable para la primera infancia.
“La Academia Estadounidense de Pediatría recomienda no más de una hora de tiempo frente a la pantalla por día para los niños de 2 a 5 años.
Para niños
—1— Híbrido
Colegios como Nuevo Sol, de La Agustina, han registrado baja en el nivel inicial. Le afecta que niños de nuevos ingresos desconocen la virtualidad. Matilde Soledad Pérez, directora, dijo que implementan un método virtual y físico.