*Por Víctor Féliz Solano
Hace un par de décadas atrás cuando escuchábamos la expresión “colectivos” de inmediato afloraban temores, pues, en nuestra sociedad de entonces, estos estaban asociados a la lucha por reivindicaciones sindicales. Aunque el significado obviamente sigue siendo el mismo pues colectivo es un conjunto de personas que tienen problemas e intereses comunes, hoy en día ese temor de antaño lo ha sustituido la esperanza.
Tal y como hemos reflejado en artículos anteriores, muchos amantes de la ciudad y de sus espacios y a los cuales los mueve la motivación por un logro de un determinado objetivo común, se han organizado en colectivos que están transformando la ciudad. Estos han creado un tejido social cuya madeja agrupa a ciudadanos que su principal objetivo es aportar para crear una conciencia colectiva que transforma la sociedad y con ello la ciudad.
Son capaces, como diría Capi Esparza, “de construir comunidades de inteligencia colectiva a través de la activación de sistemas de información y comunicación, de estructuración horizontal y de inspiración autogestiva en el ejercicio de su autonomía, libertad, autogobierno, democracia participativa y deliberante, teniendo a la práctica de la solidaridad, como eje rector de sus acciones”. La organización y acción de los colectivos sociales es dinámica y flexible, la estructura y forma de trabajo se mueve constantemente de acuerdo con los recursos, tiempos y miembros participantes.
Estos amantes de la ciudad y sus espacios a los cuales nos referimos más arriba en este artículo, los he visto en acción en los últimos días bajo el amparo de lo que ellos han denominado “Primer Festival La Igualdad Transforma La Ciudad”.
Las Caminatas de Jane o Jane’s Walks, Santo Domingo en Bici, Catcallsofdr, entre otros, desarrollan una agenda exitosa que busca integrar ciudadanos a formar parte activa del palpitar que mueve la urbe. En el preciso instante en que escribimos estas líneas, el festival se lleva a cabo de manera exitosa en todas sus manifestaciones. Son pues los colectivos sociales, formas de organización y acción colectiva, de gran flexibilidad y conectividad horizontal, que tienen como naturaleza ser espacios de articulación social con características particulares, permeadas por la difusión de información, el diálogo, así como múltiples formas de expresión.
En su configuración operan lógicas diferentes a la competencia y obtención del poder político y económico; entre estar en contra o a favor, por el contrario, aspiran a la transformación en que se ejerce y accede a estos poderes, poniendo especial atención a los efectos colaterales negativos del actual sistema de organización político-social-económica, con una mirada local-global del fenómeno, resaltando los sistemas de problemas complejos que se reflejan en síntomas socio-ambientales que ponen en peligro no solo la construcción participativa y democrática de proyectos civilizatorios y estatales, sino la misma existencia y conservación de los recursos naturales y medio ambiente.
Este tipo de con (re)configuración obedece a lógicas singulares: la articulación social obedece a lo cercano, a lo afín, a lo familiar y a lo personal: amistad, compañerismo, solidaridad sirven de ligas iniciales para la articulación; la difusión de información en forma horizontal abre posibilidades de acercamiento a temas y problemas sociales desde otras miradas diferentes a las oficiales, establecidas a través de las políticas públicas o de las mediáticas que pueden también representar al poder económico.