Barcelona.- La banda de rock británica Coldplay aterriza mañana en España, con cuatro conciertos en el Estadi Olímpic de Barcelona, un recinto con capacidad para 50.000 personas, en el que nunca antes había actuado la misma formación cuatro días seguidos.
Los cuatro conciertos forman parte de la gira Music of the Spheres World Tour, que empezó hace un año en Costa Rica y ha recorrido decenas de países latinoamericanos y ciudades estadounidenses y europeas antes de llegar a España. Un tour que mueve cifras millonarias, como las diez presentaciones que ofrecieron en el estadio River Plate de Buenos Aires, donde batieron el récord que hasta ahora tenía el también británico Roger Waters, cofundador de la banda Pink Floyd.
El de Barcelona y el de Buenos Aires no son los únicos récords que ha batido el grupo de Chris Martin desde que publicaron el álbum “Music of the Spheres». Para el concierto en la ciudad española se agotaron 200.000 localidades en 24 horas, en México registraron la mayor asistencia a un acto en habla inglesa y en Francia consiguieron la venta más rápida de su historia, 200.000 localidades en una mañana.
Uno de los factores que explica las dimensiones de esta gira es que es la primera tras la pandemia, ya que anularon la de su anterior álbum, “Every life” (2019), para buscar una forma de llegar a sus audiencias más respetuosa con el medio ambiente, según argumentaron cuatro años atrás. La última vez que actuaron en Barcelona fue en 2016, con la gira de “A head full of dreams”, que les llevó a recorrer 31 países y a recaudar 524 millones de dólares, una cifra únicamente superada en aquel entonces por U2 y los Rolling Stones.
En aquella ocasión, Barcelona también fue la única parada española y el Estadi Olímpic el escenario elegido, pero sólo fueron dos conciertos, a diferencia de este año, en el que han doblado la apuesta.
En esta gira Coldplay incluye en el repertorio sus temas más famosos y pegadizos y Chris Martin sabe meterse al público en el bolsillo en directo y hacerse querer fuera del escenario con su discurso ecologista. En esa línea, los conciertos se alimentan sólo de energía renovable en prácticamente todos los países, según los promotores, y cuentan con el primer sistema de baterías que puede ser tocado (fabricado con 40 baterías de coches eléctricos), así como bicicletas eléctricas y pistas de baile cinéticas que permiten a los fans poner su granito de arena para el desarrollo del espectáculo.