Código Penal: Propietarios podrían ir presos hasta 10 años si mueren personas por fallas en sus locales

Santo Domingo. – El proyecto de reforma al Código Penal dominicano, actualmente en debate en el Senado de República, introduce sanciones más estrictas para los propietarios de establecimientos comerciales, centros de espectáculos o espacios públicos que, por negligencia en las condiciones físicas o incumplimiento de normas de seguridad, provoquen la muerte de personas.
La propuesta establece por primera vez un régimen de penas progresivas, según la cantidad de víctimas que resulten de este tipo de incidentes. De aprobarse el nuevo código, los responsables enfrentarían: 5 años de prisión menor y multa de 9 a 15 salarios mínimos del sector público, si muere una persona.
En cambio la condena sería de 5 a 10 años de prisión mayor y multa de 10 a 20 salarios mínimos, si mueren de dos a cinco personas.
Sin embargo, si mueren más de cinco personas, la pena sería de 10 años de prisión mayor y multa de 20 a 30 salarios mínimos.
Esta disposición aparece en el Párrafo II del artículo que regula la responsabilidad penal por fallas estructurales y violaciones a normativas de construcción en espacios abiertos al público.
La medida cobra especial relevancia tras la reciente tragedia ocurrida en la discoteca Jet Set, donde el colapso del techo dejó más de 200 muertos y decenas de heridos. Bajo el Código Penal vigente, los propietarios enfrentan una imputación por homicidio involuntario, que conlleva una pena máxima de dos años de prisión y una multa de apenas RD$100, según lo establecido en el artículo 319.
De modo que de aprobarse la pieza legislativa, el nuevo marco legal buscará cerrar ese vacío normativo, castigando con mayor firmeza a quienes, por descuido o irresponsabilidad, pongan en riesgo la vida de cientos de personas en espacios de uso público.
Sobre el Jet Set
En un instante, pasadas las 12 de la madrugada del martes 8 de abril el eco de «Color de Rosa»‘ se desvaneció, reemplazado por el estruendo del colapso y los gritos de terror. El interior de Jet Set se sumió en la oscuridad y el caos. Lo que debía ser una celebración se transformó en una escena dantesca, donde el polvo y los escombros sepultaron sueños y vidas.

Las cientos de personas que se congregaron en el centro de entretenimiento para disfrutar de la música de Rubby Pérez, vieron cómo sus momentos de alegría se transformaron en dolor.

De inmediato, las sirenas de las ambulancias y los gritos de los heridos llenaron la noche. Algunos lograron escapar, pero muchos quedaron atrapados bajo los escombros.
Más de 230 víctimas mortales y 189 heridos fue el saldo de aquella fatídica noche.
Antonio y Maribel Espaillat, propietarios y administradores del icónico centro nocturno Jet Set, fueron imputados por homicidio involuntario tras el colapso del techo del establecimiento, que dejó más de 200 muertos y decenas de heridos.
La acusación, sin embargo, conlleva una pena máxima de solo dos años de prisión y una multa de entre 25 y 100 pesos (sí, leyó bien: 100 pesos).