
SANTO DOMINGO.– El Parque industrial Codevi cuenta en la actualidad con 17,000 colaboradores la mayoría de los cuales residen en la comunidad de Juana Méndez en Haití y cuyas plazas de trabajo peligran tras el vencimiento de los programas Hope/Help.
Sin embargo, las empresas textiles que operan en Haití mantienen la expectativa de que, una vez restablecidas las operaciones del gobierno federal de Estados Unidos, se reanuden las conversaciones para aprobar la renovación de y que los beneficios puedan aplicarse de manera retroactiva.
Los programas Hope/Help, en vigor desde hace 20 años, han permitido la entrada subsidiada a territorio estadounidense de productos textiles elaborados en Haití, consolidándose como la principal fuente de exportación de ese país.

Pero, el pasado 30 de septiembre venció el último periodo de quince años aprobado por el Congreso estadounidense.
El cierre del Gobierno Federal ha impedido que el tema sea colocado en agenda, quedando momentáneamente rezagado frente a otras prioridades presupuestarias.
Impacto en la región fronteriza
En República Dominicana, el Grupo M mantiene activas las operaciones del parque industrial Codevi, que funciona en Juana Méndez y Dajabón, donde se emplean cerca de 17,000 nacionales haitianos.
Este complejo no solo ofrece empleo, sino también servicios comunitarios como ventas de alimentos, gas licuado de petróleo, cuidado infantil y atención en salud, lo que ha evitado que muchos trabajadores crucen la frontera hacia el lado dominicano salvo para actividades de compra.
El miembro del Consejo de Directores del Grupo M y delegado en Washington, Virgilio Mota, explicó que la expiración del programa coloca en incertidumbre a la industria de la confección, que depende de estas facilidades para competir frente a países asiáticos.
“Antes de ayer venció el periodo de 15 años de los programas Hope/Help que ofrecen subsidios a los productos textiles elaborados en Haití. Este marco es el que permite a la industria competir con Asia bajo condiciones más equilibradas, porque de lo contrario los costos de operación en países como China son imposibles de igualar”, señaló.
La importancia para Haití
Mota recordó que Haití no posee otro renglón exportador significativo aparte de las prendas de vestir.
“El 90% de sus exportaciones van hacia Estados Unidos. Hoy tenemos 26,000 empleos bajo esta legislación, aunque se han perdido alrededor de 40,000 después de la pandemia. Solo en Codevi hay 17,000 obreros que dependen de esta actividad. Haití no tiene otra cosa que no sea la industria textil”, apuntó.

Además del parque de Codevi, operan bajo el marco Hope/Help instalaciones como el Parque Caracol, cercano a Cabo Haitiano, empresas coreanas y marcas internacionales como Gap en Puerto Príncipe, reforzando el peso de este sector como columna vertebral de la economía haitiana.
Repercusiones en República Dominicana
El directivo también subrayó que empresas textiles dominicanas resultan afectadas, dado que producen tejidos que son exportados a Haití para confección y luego enviados a Estados Unidos.
“La logística se maneja principalmente a través de los puertos de la Florida, por lo que también hay un componente importante de integración productiva entre los dos países”, destacó.
Perspectivas en el Congreso estadounidense
Respecto a la posición de los legisladores en Washington, Mota aseguró que existe consenso sobre la importancia de mantener vigentes los programas.
“No hay un solo congresista que no esté de acuerdo con el beneficio que genera. El problema es coyuntural: hemos quedado atrapados en el cierre del gobierno federal.Hoy la línea de los republicanos es aprobar primero un presupuesto con temas puramente financieros. Asuntos como el nuestro no tienen cabida en este momento, pero no significa que no haya interés”, aclaró Mota al ser entrevistado en Esto Ni Tiene Nombre.
El delegado en Washington precisó que en ocasiones anteriores la renovación de los programas se ha hecho de manera retroactiva, lo que asegura continuidad para los clientes de la industria.
“En conversaciones previas ya se había discutido con ambas cámaras del Congreso la importancia de darle seguimiento, y confiamos en que una vez se normalicen las operaciones del gobierno, se retomará el tema. Eso garantiza que nuestros clientes no tendrán que emigrar”, sostuvo.
Una industria de resistencia
Mota reiteró que la industria textil es prácticamente la única alternativa productiva con la que cuenta Haití para sostener empleo y exportaciones.
“Si los programas se renuevan, como esperamos, será un alivio no solo para las fábricas, sino también para decenas de miles de familias que dependen directamente de este sector en la frontera y en todo Haití”, afirmó.