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Cóctel de cortisol: ¿moda viral o riesgo real?

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📷 Con jugo de naranja como base, la bebida se presenta como una opción refrescante y novedosa para quienes buscan incorporar rituales de autocuidado

Una popular bebida casera gana adeptos por sus supuestos beneficios para el bienestar y el manejo del estrés, aunque la comunidad médica señala que no existen pruebas concluyentes sobre su efectividad

El “cóctel de cortisol”, también conocido como “adrenal cocktail”, se ha popularizado en plataformas como TikTok e Instagram, donde influencers y entusiastas del bienestar lo promocionan como un remedio casero para combatir el agotamiento, mejorar el sueño y reducir los antojos.

La receta básica consiste en mezclar jugo de naranja, agua de coco y una pizca de sal marina. Algunas variantes incluyen ingredientes adicionales como cremor tártaro, colágeno en polvo o crema de coco, con la promesa de potenciar sus efectos.

La popularidad del “cóctel de cortisol” se explica, en parte, por la búsqueda de soluciones sencillas ante el estrés cotidiano. De acuerdo con datos del American Institute of Stress citados, el 77% de las personas reconoce que el estrés afecta su salud física y el 73% señala un impacto en su salud mental. En este contexto, no sorprende que miles de usuarios busquen alternativas rápidas para sentirse mejor.

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El cortisol y las glándulas suprarrenales: función real y mitos

Ante el aumento del estrés diario, crecen las recetas que buscan ayudar al organismo a recuperar el equilibrio y la energía.

El cortisol es conocido como la “hormona del estrés” porque prepara al organismo para responder a situaciones amenazantes.

Sin embargo, su papel va mucho más allá: regula el metabolismo, los niveles de energía, la presión arterial y los ritmos circadianos.

Las glándulas suprarrenales, responsables de su producción, liberan cortisol diariamente, con niveles más altos por la mañana para favorecer el estado de alerta y más bajos por la noche para facilitar el descanso, explicó Irina Bancos, endocrinóloga de Mayo Clinic, a The New York Times.

A pesar de estas funciones, la idea de que el estrés “agota” las glándulas suprarrenales y provoca una “fatiga suprarrenal” carece de respaldo científico. “La ‘fatiga suprarrenal’ no existe”, afirmó Anat Ben-Shlomo, endocrinóloga del Centro Médico Cedars-Sinai de Los Ángeles, en declaraciones recogidas por The New York Times.

Lawrence Kirschner, endocrinólogo de los Institutos Nacionales de Salud, añadió: “No hay pruebas de que las glándulas suprarrenales se agoten o pierdan la capacidad de segregar hormonas en una persona normal”.

Sin evidencia científica y con posibles riesgos

Con jugo de naranja como base, la bebida se presenta como una opción refrescante y novedosa para quienes buscan incorporar rituales de autocuidado.

Los especialistas consultados por The New York Times y Medical Todays News coinciden en que no existen estudios que demuestren que el “cóctel de cortisol” tenga efectos sobre la fatiga, el estrés o el funcionamiento de las glándulas suprarrenales.

Julia Zumpano, dietista registrada del Cleveland Clinic Center for Human Nutrition, recomendó en una entrevista para la página web de The American Institute of Stress, que, si se decide preparar la bebida, se limite la cantidad a un máximo de 240 mililitros (8 onzas) y se evite añadir demasiada sal, especialmente en personas con restricciones de sodio.

Zumpano también advirtió que, aunque la bebida puede ser refrescante y aportar hidratación, no sustituye los beneficios de una alimentación variada y rica en frutas y verduras.

Análisis de los ingredientes: beneficios reales y advertencias

Esta mezcla se ha convertido en opción frecuente para quienes buscan mejorar su hidratación y sumar vitaminas en el día a día.

El “cóctel de cortisol” suele prepararse con media taza de jugo de naranja, media taza de agua de coco y una pizca de sal marina. Esta combinación aporta aproximadamente 80 calorías, 17 gramos de carbohidratos, 130 miligramos de sodio y 550 miligramos de potasio, según cifras proporcionadas por Zumpano a The American Institute of Stress.

El jugo de naranja es fuente de vitamina C y potasio, el agua de coco aporta electrolitos y la sal marina añade sodio y minerales traza. Sin embargo, los expertos advierten que muchas personas ya consumen suficiente —o incluso exceso— de sodio en su dieta habitual, por lo que añadir más puede ser innecesario o incluso perjudicial.

Además, el consumo excesivo de jugos ácidos puede erosionar el esmalte dental, y las personas con enfermedades renales, hipertensión, diabetes o problemas cardíacos deben consultar a un médico antes de incorporar la bebida a su rutina, advirtió Zumpano en declaraciones recogidas por The American Institute of Stress.

Fuente: Infobae

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