Berlín.-La evasión fiscal va a ser más difícil a partir de hoy, cuando 50 países y jurisdicciones, entre ellos España, firmen en Berlín un acuerdo multilateral para compartir información sobre la materia.
La firma tendrá lugar durante la Conferencia Tributaria de Berlín 2014, con el lema “Transparencia y justicia”, que acoge desde el lunes el Ministerio de Finanzas alemán y en la que participa el ministro de Economía y Competitividad de España, Luis de Guindos.
El objetivo de este acuerdo, basado en las reglas de intercambio automático de información financiera de la OCDE, es registrar a partir de 2016 los datos de todas las nuevas cuentas bancarias y comenzar a intercambiarlos de forma rutinaria desde septiembre de 2017.
Los 50 estados y jurisdicciones firmantes van a ser los primeros en implementar este acuerdo, que en principio apoyan un total de 67 países, entre ellos Suiza, Liechtenstein, Singapur y las Islas Caimán, aunque en Berlín no vayan todos a suscribirlo por precaución o motivos legales.
Alemania lleva meses presionando a distintos niveles, desde el G20 -que reúne a las principales economías industrializadas y emergentes- a la Unión Europea (UE), para coordinar esfuerzos y combatir el fraude fiscal.
Esta pieza encaja dentro de la tesis de la consolidación fiscal del gobierno de la canciller alemana, Angela Merkel, pues una menor evasión implicaría, en consecuencia, una mayor recaudación tributaria.
En los dos últimos años, más de medio millón de contribuyentes en el mundo se presentaron a su fisco y pagaron 37.000 millones de dólares de impuestos impagados e intereses, según los datos publicados a mediados de este año por la OCDE.
Un acuerdo amplio
Suiza, hasta ahora símbolo del secreto bancario, se dispone a formalizar en Berlín su intención de comprometerse en la lucha contra el fraude fiscal.
La Confederación tiene intenciones de aplicar ese sistema en 2018, pues necesita tiempo para realizar las modificaciones legislativas necesarias, afirmó el embajador suizo, Fabrice Filliez, a la prensa alemana.
Paradójicamente, Estados Unidos, que inició este movimiento, se limita por el momento a su ley Fatca, sin adoptar la norma de la OCDE que implica una plena reciprocidad en el intercambio entre Estados.