Cualquiera se muere sólo de un dolor de muelas en el municipio de Oviedo, en la provincia Pedernales.
Ocurre que cuenta con una clínica rural con un solo médico general, que ciertamente no da abasto para atender las demandas de los habitantes de esta zona de la lejana provincia de la frontera.
Ocurre que este centro asistencial carece hasta de agua potable, ya que en Oviedo sus ciudadanos no gozan de este servicio.
Quienes se enferman corren en peligro de morir antes de llegar a la clínica, en vista de que los familiares deben pensar que necesariamente deben ser trasladados de urgencia hacia Enriquillo o la ciudad de Barahona, si hay suerte de que los pacientes lleguen vivos.
Los residentes de esta demarcación sueñan conque las autoridades designen mayor personal y decidan también suministrar los medicamentos necesarios.