Los generadores hidroeléctricos que abastecen un 70 por ciento de la electricidad de Brasil estuvieron limitados durante la pasada sequía.
Las ciudades podrían verse obligadas a racionar el agua. Sao Paulo, la ciudad más grande de Brasil, ha tenido dificultades para mantener las reservas de agua.
Los procuradores federales advirtieron a la empresa municipal de servicios eléctricos el 29 de julio que comenzara a racionar o corría el riesgo de que su mayor embalse se quedara sin agua potable en 100 días.Los embalses del sudeste se encontraban en un 33,6 por ciento de su capacidad el 10 de agosto, según ONS, el regulador local. La última vez que el país pasó por un racionamiento generalizado fue en 2001, cuando los niveles de las represas alcanzaban entre 20,6 por ciento y 34,5 por ciento.