El proceso de discusión de la reforma fiscal fue un ejemplo de cómo en la sociedad dominicana se está avanzando en la construcción de una ciudadanía responsable y empoderada.
Los ciudadanos son los protagonistas de la democracia y el desarrollo. La sociedad es el espejo del conjunto de los seres humanos que la componen y se cohesiona en función de la protección de los intereses colectivos.
La ciudadanía clásica se definía por la capacidad del establecimiento de relaciones sociales públicas o privadas, por ser titular de derechos y obligaciones y ejercer la condición de igualdad ante la ley.
La construcción de la ciudadanía actual va más allá del ejercicio de derechos fundamentales frente a los cuales el Estado tiene una obligación de hacer o de no hacer.
La ciudadanía de hoy es activa y se define por la responsabilidad del individuo ante la sociedad.
Ser ciudadano o ciudadana en el nuevo siglo, además de ser sujeto de derechos y deberes, es ser responsable de la propia vida y la de los demás, proteger el medio ambiente y participar en la solución de los problemas sociales.
Ser ciudadano o ciudadana pasa por superar la condición individualista para ser, además de persona y familia, comunidad. Pasar de ser yo a ser nosotros.
La visión de ciudadanía activa, tan necesaria en nuestro país, es aquella que defiende el interés del pueblo, que preserva la paz social, que cree en su país y que pone sus capacidades y recursos en bien de todos y todas.
Ser ciudadana o ciudadano activo implica practicar los valores de la honestidad y la responsabilidad pagando los impuestos y servicios de luz, agua y basura. Es también cumplir y respetar las leyes sin sobornar por privilegios personales o injusticias cometidas en perjuicio del prójimo.
Ser buen ciudadano o ciudadana hoy es ejercer una función pública o privada de forma ética, no para enriquecerse a costa de los recursos ajenos.
Ejercer ciudadanía responsable es construir capital social.
Participar e integrarse como respuesta a la necesidad de construir juntos el bienestar de la nación, recordando con Robert Putnan, que, cuando los individuos tejen redes o se asocian para algún fin ético y solidario se fortalece el Estado y se hace mejor.