*Por Milossis Liriano
Resguardar el respeto de la vida privada, la intimidad, el honor, la imagen y la dignidad de la persona en los medios de comunicación es una labor titánica, para las organizaciones e instituciones públicas o privadas que lo promueven.
La crudeza, el morbo, el estigma y descredito que imprime la comunidad digital y los medios de comunicación a hechos de violencia que involucra seres humanos deja al desnudo la sociedad que somos o en la que buscamos convertirnos.
El respeto a las víctimas y defensa de sus derechos humanos será un tema en permanente debate por el impacto que ocasiona en la ciudadanía, opinión pública y familiares la meteórica carrera por recibir likes y exclusivas que sucumben al amarillismo, el mal gusto y excesos.
Cuestiono cada día la ética en la práctica periodística y en la ciudadanía digital por el sensacionalismo y morbo que imprimen al socializar la desventura de personas tocadas por una tragedia.
Es tiempo de hacer un alto en el camino y evitar que hechos lamentables se convierte en el espectáculo que capture la atención, aunque pueda resultar atractivo ¿merece la pena comerciar el dolor ajeno?
El peso de la responsabilidad social no cae solo en los medios de comunicación, también, en los espectadores. No hay programa que siga en antena si no tiene un porcentaje mínimo de ‘rating’ (índice de audiencia de un programa de televisión o radio).
Dejar de un lado el respeto de los derechos humanos y sus variables por un morbo disfrazado de información. El morbo no es sinónimo de empatía, si de verdad lo fuera, sentiríamos rechazo ante la sobreexposición del dolor, y entenderíamos que en esos momentos lo atinado y decente es dejar a las victimas y sus familiares en paz.
Valoro alentar a una población y medios de comunicación hacer socialmente responsables. El desafío de la ciudadanía y medios de información es hacer un abordaje más respetuoso de las informaciones, este enfoque asegura que cualquier producto comunicativo requiera de un trabajo respetuoso, de investigación y sin faltas de respeto a la dignidad de la persona.
En la actualidad, las nuevas formas de comunicación invitan al ciudadano y a los medios de comunicación en sus diversidades a ser más participativos y, en ese sentido, también más responsable sobre el uso de la información.
Milossis Liriano, Licenciada en Comunicación Social y Máster en Comunicación Corporativa