Ciudad está pensada para los vehículos, no en función gente

Ciudad está pensada para los vehículos, no en función gente

Ciudad está pensada para los vehículos, no en función gente

Un comunitario en La Fe, además de la ocupación se queja de la contaminación existente.

Santo Domingo.-“Las aceras son el punto fundamental para crear lo que se denomina democracia urbana. Sin embargo, aquí hay un concepto totalmente desvirtuado, como es espacio público, ya que cada quién lo usa como le da la gana”.

Dando una mirada a la arrabalización que registran las aceras, contenes y parte de las calzadas del Gran Santo Domingo y en particular el Distrito Nacional por las ocupaciones de ilegales por parte de particulares, el reconocido arquitecto Omar Rancier, concluye en aquí las ciudades están pensadas en función de los automóviles, no para la gente.

El decano de la Facultad de Arquitectura y Artes de la Universidad Nacional Pedro Henríquez sostiene que aquí no se cumplen las reglas y que esas atribuciones de garantizar los pasos peatonales les corresponden a los cabildos.

Cita el ejemplo, fruto de esas violaciones a los espacios urbanos, el caso del Polígono Central (que abarca Naco, Piantini y otros exclusivos sectores) donde los restaurantes y otros locales comerciales usan las aceras de parqueos y se han creado proyectos que las reducen.

“En los barrios populares cualquiera coloca comercios, y sí a eso se le suma que a las aceras nunca se les da mantenimiento, tenemos una ciudad dirigida a los automóviles, no hay espacio para la gente”, reflexiona el catedrático. Dice que se debe dar facilidad a las personas de disfrutar de la ciudad.

Entiende que el mal uso de los espacios y la arrabalización dan una mala imagen a la urbe y eso no es lo que se quiere de Santo Domingo.

“Eso, además de exponer al ciudadano a peligros innecesarios, también afecta la movilidad”, comentó Rancier tras recordar un estudio que dio cuenta que el 25 por ciento de las vías públicas están inutilizadas por el mal uso.

Citó el caso de la Núñez de Cáceres con Kennedy, donde las ventas de frutas obstruyen la circulación.

Rancier dice que al margen de las autoridades asumir el control, hay que enseñar a la gente una cultura de cómo se defienden los espacios urbanos para cambiar la mala impresión.

Aporte

— Desarrolladores
Omar Rancier sostiene que constructores de proyectos urbanísticos, como forma de contribuir deben negociar o donar espacios al cabildo con algunas disposiciones a fin de mejorar.



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