Santo Domingo.-El circuito de parques con que cuenta el Distrito Nacional, unos 34 construidos y remozados durante las gestiones del alcalde Roberto Salcedo, además de revalorizar urbanísticamente la ciudad, representan lugares de múltiples encuentros, que permiten la sana convivencia de los munícipes.
Basta recorrer muchas de esas plazas, confinadas en los 92 kilómetros que abarca la ciudad, para constatar esos cambios y el uso que la gente da a las mismas, especialmente en los entornos donde estos están ubicadas.
Para muchos adultos mayores, esos espacios son un remanso de paz, porque aparte de compartir y remembrar sus vivencias, de vez en cuando echan hasta un profundo sueño bajo frondosos árboles.
Los infantes se divierten a toda capacidad; los adultos que buscan una vida más saludable se ejercitan y los más jóvenes han descubierto allí un motivo para divertirse de múltiples formas.
Una de las características comunes de todos es el cuidado y la vigilancia impuestos con su entrega a la población. Un buen ejemplo de estos es el emblemático parque Enriquillo, enla avenida Duarte, que por años se mantuvo abandonado y a merced del comercio informal. Igual ocurre con el Braulio Álvarez, en Villa Consuelo.
Esto es un desahogo para el barrio, dijo Domingo Féliz, al referirse a la plaza Señor Mío, en el populoso sector de San Carlos.
Algunos evocan la Navidad
Tanto en los parque Divino Niño, como la Plaza Santiago Guzmán (de Los Pensionados) los niños disfrutan los populares ambientes conocidos como Canquiñas, que se iniciaron en el parque Mirador Sur y se han popularizado.
Entre los aspectos que se pueden apreciar es que en cada lugar la gente opta por jugar dómino, caminar, otros limpian zapatos o simplemente salen a encontrarse con familiares y amigos. A própósito de la Navidad algunos como La Lira, fueron decorados con ambientes alusivos a la celebración.