Ciclos del pueblo dominicano desde su génesis… 7

Ciclos del pueblo dominicano desde su génesis… 7

Ciclos del pueblo dominicano desde su génesis… 7

Miguel Febles

Si al dominicano le tomó 49 años concretar una vida independiente sobre la base de un Estado soberano, la guerra de la Restauración, iniciada en agosto de 1863 y concluida en julio del 65, deja ver que para la mayoría de edad política todavía faltaba mucho por caminar.

Lo ocurrido a continuación de la salida del país de las fuerzas de ocupación españolas confirma esta afirmación.
Pedro Antonio Pimentel quedó a la cabeza del gobierno. Sin embargo, el 4 de agosto de aquel año caía fruto de un alzamiento iniciado en San Francisco de Macorís, menos de un mes después de la restauración.

El gobierno pasó a ser ocupado por José María Cabral, dice José Gabriel García que bajo la condición de protector (Pág. 365), así que lo suyo era un protectorado.

Tambaleante, Cabral organizó una reforma constitucional sobre la base de una constituyente instalada el 5 de septiembre, la cual produjo una Carta proclamada el 14 de noviembre.

A continuación, le dio paso a Buenaventura Báez, que se levantaba del pasado, en el que había funcionado como alternativa ante Pedro Santana en la operatividad del Estado hatero —como lo denominó Juan Bosch en su Historia de la Restauración— y se estableció en el poder el 16 de diciembre de 1865, apenas 5 meses después del final de la guerra.

El pueblo dominicano había luchado con ferocidad por resucitar la República y la devolvía a una de las manos en las que había resultado inviable.

Se puede arriesgar aquí la idea de que en el fondo el tercer ciclo empezaba hipotecado con uno de los caracteres políticos con los que debió romper cuando derrotó al santanato y la anexión en los campos de batalla.

Si el Estado había vuelto a ser efectivo, efectiva también había vuelto a serlo, hasta el 14 de noviembre, la Constitución de Moca, la de 1858, con la que se había regido el gobierno de José Desiderio Valverde organizado en Santiago cuando la región del Cibao se levantó contra Báez y para tumbarlo trajo a Santana del destierro, quien se quedó con el poder, echó fuera aquella Carta, puso en vigencia la reforma de diciembre del 54 y en dos años entregaba la patria a España.

La del 14 de noviembre del 65, considerada por José Gabriel García como una de las más liberales (Pág 407, tomo II Op. citada), al parecer le causaba algunas incomodidades a Báez, que la puso a un lado y volvió a la última que había tenido la República, la del 16 de diciembre del 54.

Este hecho acaso pueda también ser inscrito en apoyo de la idea inicial de esta nota: el pueblo dominicano era capaz de luchar por su libertad, pero carecía de madurez política; en el fondo seguía siendo seguidor de Báez y de Santana e incapaz de generar un caudillo para la nueva circunstancia.