PHOENIX.-  Chris Paul demostró ser una maravilla eterna en su primera temporada con los Phoenix Suns, llevando a la franquicia de regreso a las Finales de la NBA por primera vez en casi tres décadas.

Ahora tendrá otra oportunidad de llevar a los Suns, ya él mismo, a un campeonato codiciado durante mucho tiempo.

Phoenix traerá de regreso al base veterano con un contrato de cuatro años que podría valer hasta 120 millones de dólares, dijo el lunes una persona con conocimiento del trato a The Associated Press.

Lo mantendrá con los Suns hasta los 40 años.

Paul ayudó a los Suns a llegar a las Finales de la NBA esta temporada. Ganaron los dos primeros juegos, pero luego cayeron cuatro seguidos ante los Milwaukee Bucks.

El jugador de 36 años insinuó fuertemente durante la conferencia de prensa posterior al Juego 6 que quería regresar para ayudar a los Suns a ganar su primer título de la NBA y pensó que la lista era lo suficientemente buena para hacerlo.

«Todos en ese vestuario saben que tuvimos suficiente, pero no fue suficiente», dijo Paul luego de la derrota en las Finales. “Entonces, tenemos que resolverlo. Creo que por mí solo me miro a mí mismo y descubro cómo puedo mejorar, qué podría haber hecho más y asegurarme de regresar la próxima temporada listo para hacerlo de nuevo ”.

El trato no fue una gran sorpresa, pero conlleva un riesgo considerable. La lista de jugadores de la NBA, por no hablar de los bases armadores, que han seguido siendo jugadores del calibre All-Star en sus treinta y tantos años es breve.

Pero Paul es bien conocido por cuidar su cuerpo y era fantástico a los 36 años, convirtiéndose en su undécimo equipo All-Star con un promedio de 16,4 puntos y 8,9 asistencias por partido.

La decisión de Paul de quedarse con los Suns significa que el núcleo del equipo, que incluye a Devin Booker, Deandre Ayton, Mikal Bridges, Cam Johnson y Jae Crowder, debería permanecer intacto.

Paul ha dicho en repetidas ocasiones que se siente cómodo en Phoenix, haciendo equipo con su compañero All-Star Booker en la cancha trasera y jugando para el entrenador Monty Williams, quien es un amigo cercano.