Hay diferencias bien claras entre los promotores del aborto y la Iglesia católica con su defensa al derecho a la vida.
El tema ha quedado bien debatido en los diferentes segmentos de la sociedad, pero no hay un punto de coincidencia que permita un convencimiento de que el país esté preparado o no para la despenalización del aborto.
En el país hay muchos tabúes que habría que romper al paso de los años, muchas costumbres fuera de las normas que quieren establecerse, incluso violando las tradiciones culturales. El tema del aborto debería ser bien debatido con total prudencia.