China podrá desplazar a EE.UU. como la primera potencia económica en este siglo?

China podrá desplazar a EE.UU. como la primera potencia económica en este siglo?

China podrá desplazar a EE.UU. como la primera potencia económica en este siglo?

Por J. Alexander Pérez

Cuando la muerte sorprendió al líder de la llamada revolución cultural China, Mao Tse Tung, el 9 de septiembre del 1976, el Producto Bruto Interno del gigante asiático era de -1.6%, para entonces, con una población de 930.7 millones y un per cápita de 1.5%.

Mientras que EE.UU después de la Segunda Guerra Mundial había impulsado su economía como una nave inter estelar con importantes tasas de crecimiento de 5.4% y un per cápita de 22.2%.

Deng Xiaoping asume al poder bajo la consigna de: «No importa que el gato sea blanco o negro; mientras pueda cazar ratones, es un buen gato», durante un discurso que ofreció en 1962, en el secretariado del Partido Comunista Chino.

Con esa frase el líder reformista chino evidenció la necesidad de impulsar un programa de privatización, que 10 años después había acelerado la economía como una locomotora global indetenible. A tal punto, que en 1985 fue escogido por la revista Times como: “Hombre del Año”.

China, de una economía planificada, cerrada; emerge al mundo moderno con un modelo económico capitalista de alto vuelo, mientras mantiene un estado estalinista de partido único, con una firme organización autoritaria.

Esta nación ha venido dando importantes saltos en el Producto Bruto Interno en el 1985 de 13.4; en 1995, de 10.9; en el 2005, de 10.3; en el 2015 de 10.4; en el 2020 de 2.3 y en este, que ya termina se calcula que tendrá un repunte significativo, partiendo que en el primer semestre alcanzó el 18.3, aunque los analistas, y su propia oficina de estadísticas, habían proyectado un crecimiento superior al 19 para cerrar este año, debido a la contracción que generó la pandemia el pasado año.

China hoy representa el 17 por ciento de la economía global, con un PIB de 100 billones de yuanes (US$15.42 trillones). En los objetivos de largo plazo de su Plan Quinquenal (2021-2025), calcula alcanzar la fortaleza de desarrollo de las grandes economías para el 2035.

Ahora bien, cuales son los factores en contra que tienen los chinos para alcanzar esos objetivos, primero ese Estado herméticamente cerrado que mantienen, porque en algún momento entrará en crisis; el déficit de shits que afecta a la economía mundial, y que frenará sus niveles de producción y exportaciones; la corrupción, y finalmente, y no menos importante; la creciente escasez de energía, que está provocando apagones en los hogares, y obligando a las fábricas a reducir la producción, lo que amenaza con ralentizar su vasta economía.

Esos apagones están generando importantes trastornos a las familias y los negocios. Por ejemplo, las provincias del Noreste y el Sur, que son grandes centros industriales y marítimos; muchas empresas están tratando de reducir la demanda trabajando dos o tres días a la semana.

Por su lado, Estados Unidos tuvo un desempeño importante en el primer semestre de este año, a pesar de la pandemia. Sin embargo, se quedó por debajo de las expectativas que tenían los analistas y la propia la Oficina de Análisis Económico -BEA-

La tasa anual se situó en el 6,5 por ciento, por debajo del 8,5 por ciento que se había pronosticado, por un aumento en el gasto de los consumidores, las exportaciones y el gasto del gobierno local.
El Fondo Monetario Internacional ha proyectado que EE.UU. terminará el año con un crecimiento del 7.0 por ciento, a pesar que el Índice de Precios al Consumidor ronda el 6.4 por ciento, (el más alto desde el 1946), y aumentando en la medida en que se incrementa la demanda, tras la post pandemia que ha permitido una apertura del comercio.

Luego de la crisis económica del 2008, la economía de EE.UU. acumuló fuertes desequilibrios que le llevó a la más importante contracción desde la Segunda Guerra Mundial, y la recuperación ha estado por debajo de las proyecciones que se habían hecho, y empeorado por la política fiscal y monetaria aplicadas en la administración del pasado presidente Donald Trump, que afectará negativamente al futuro de ese país, y que de acuerdo a los economistas está teniendo repercusiones a escala mundial.

En el 2019 previo a la pandemia, el PIB de Estados Unidos se situó en US$21,043 trillones; un año después se redujo a US$20.000; en este año se calcula que alcanzará los US$22.000 y para el próximo 2022 se proyecta que terminará en los US$24.000 trillones; es decir que también la Gran Nación del Norte está dando saltos importantes.

De acuerdo a la firma calificadora japonesa Nomura Holdings, China crecerá a una tasa superior al 5% entre el 2021 y el 2025, ritmo que será superior al 4% en los años siguientes. Mientras, que Estados Unidos crecerá este 2021, pero no por encima del 3%, incluyendo en el 2022.

A pesar de todo esto, el dólar estadounidense mantiene su fortaleza. Pero un poder que cada vez se verá más debilitado, porque las operaciones financieras de Shangai están creciendo a un ritmo mucho más fuerte que Nueva York y Londres; por lo tanto, en algún momento el yuan o renminbi se pondrán a tono con la economía del gigante asiático.
@alexandrperez



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