China: El despertar del Gigante Asiático y el triunfo de su socialismo

China: El despertar del Gigante Asiático y el triunfo de su socialismo

China: El despertar del Gigante Asiático y el triunfo de su socialismo

La Plaza Tiananmen se convirtió en símbolo de la nueva China y es resguardada por muchas cámaras de seguridad. Joan Vargas.

BEIGING, CHINA.-Un “ni hao”, que quiere decir hola en mandarín, una sonrisa sincera al coincidir miradas o un gesto afable por cualquier simpleza son las cartas de presentación que poseen los ciudadanos al recibir a los extranjeros que recorren las avenidas de Beijing, capital de la República Popular China.

A pesar de la barrera del idioma que separa a nuestros países, esto no ha sido un obstáculo para palpar la solidaridad que los caracteriza; el ejemplo de esto ha sido la disposición que han tenido algunos ciudadanos chinos en servir de intérpretes, sin compromiso alguno, cuando ven en apuros a una persona que está teniendo dificultades para comunicarse.

Con todo y tapones disfrutas de sus edificios.

Además, la apertura y las facilidades que ofrece el ciudadano común provoca el despojo de cualquier tipo de prejuicio que se pudiera tener de su gente.

Pero China es mucho más que un gran país con gente laboriosa, amable y sencilla: hoy por hoy es la locomotora de la economía mundial.

En efecto, esa economía de es la segunda más grande del planeta en términos del producto interno interior normal (solo por debajo de Estados Unidos) y la mayor del mundo en paridad de poder adquisitivo, según el Fondo Monetario Internacional.

China es el país de mayor crecimiento económico del mundo desde la década de los 80 con un promedio de casi 10% en los últimos 38 años.

El auge de su economía está ligado a su alto nivel de competitividad, que a su vez se refleja en un superávit comercial y una presencia cada vez mayor en los mercados internacionales, tanto industriales como financieros.

Socialismo estilo chino

Bajo el liderazgo del Partido Comunista, la República Popular China ha optado por seguir su propia senda y desarrollar lo que ellos denominan “socialismo con características chinas”, que si bien no reniega de sus objetivos, toma del viejo modelo capitalista elementos que considera beneficiosos en esta etapa histórica para impulsar el desarrollo de su aparato productivo, generar riqueza, abrir su mercado, así como su expansión en materia comercial, para que más productos chinos puedan llegar a cualquier parte del planeta y producir así los recursos necesarios para mejorar las condiciones materiales de sus más de 1,300 millones de habitantes.

Los resultados alcanzados en las últimas década indican que el modelo socioeconómico escogido por el PCCH y sus líderes ha funcionado, ya que en base a un crecimiento económico sostenido han logrado garantizar techo, comida y abrigo a su inmensa población haciendo honor al criterio de que “hambre no es socialismo”. Beijing se ha planteado eliminar la pobreza absoluta en 2020.

Si lo logra sería una gran hazaña, pues según cifras oficiales, unos 370 millones de chinos aún viven en la pobreza. Pero los dirigentes chinos no se conforman con poco. Su meta para el 2021 China es lograr una sociedad “modestamente acomodada”.

Aspiran y trabajan para que en 2049, centenario de la revolución encabezada por Mao Tse-Tung, China sea ya un país desarrollado.

 

Relación ganar-ganar

El comercio de los chinos es uno de los más organizados del mundo y que tiene por norma ganar-ganar.

Su relación con los demás países se basa en los principios de igualdad, beneficio y respeto mutuo. En ese sentido, su meta es construir la comunidad de vecinos de la humanidad, “un mundo de paz duradera”.

El avance a los el gigante asiático también se refleja en la arquitectura. Ciudades como Beijing y Hangzhou, por ejemplo, se destacan por sus grandes y modernos edificios construidos en su mayoría con tecnología antisísmica.

Sus amplias avenidas y calles se destacan por su limpieza y sistemas de seguridad, a través de cámaras de vigilancia.

Cultura rica y extensa

Los chinos se caracterizan por valorar su cultura milenaria, pero también el arte moderno y contemporáneo.

Entre otras expresiones artísticas bien valoradas sobresale la ópera de Pekín, similar al teatro musical, cuyas raíces datan del siglo 19.

La ópera, que representa una de las máximas expresiones culturales de China, fue declarada por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Otro de los motores de la economía creativa de este país es el Museo Nacional de Arte Chino, un área de más de 35 mil metros cuadrados que alberga 21 salas de exposiciones de pintura al óleo, estampados, esculturas y caricaturas, de artistas locales e internacionales, tanto antiguos como contemporáneos.

El museo es un edificio de cuatro niveles, de los cuales los tres primeras son exclusivamente para exposiciones. Otro de los ambientes que vibra con los colores y el talento, es el mundialmente conocido “Distrito Artístico 798”, un área ubicada al noroeste de Pekín que reúne la mayor cantidad de estudios y tiendas de arte de la ciudad.

La seguridad

Método persuasivo
Autoridades en ciudades como Beijing y Hangzhou utilizan una método persuasivo: a través de cámaras de vigilancia que integran la tecnología de reconocimiento facial, lo que cera un mecanismo persuasivo de su gente.

Turismo

China recibe turistas de todo el mundo, quienes siente curiosidad de conocer de cerca su basta cultura.

Comunicación
Cuenta con la red de periódicos, radio y televisión más grande del mundo.

Este trabajo fue elaborado por los periodistas, Marcos Rodríguez, de El Caribe; Dalton Herrera, Listín Diario; Rafael Lara, del canal CDN; y Degnis de León, German Marte y Joan Vargas del matutino EL DÍA y presentado como trabajo final del Seminario para oficiales de prensa de República Dominicana y Panamá, celebrado en Beijing, China, del 19 de noviembre al 10 de diciembre recién pasado.

 



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