Congreso Nacional
SANTO DOMINGO.- El Centro Juan XXIII consideró este domingo que imponer el modelo de primarias con el padrón electoral abierto pone en riesgo la inaplazable reforma de los partidos políticos, en perjuicio del fortalecimiento del sistema democrático.
Dijo que este modelo de primarias es altamente manipulable a través del uso indiscriminado de recursos económicos.
Entiende que proponer que la Ley de Partidos Políticos y Agrupaciones Políticas imponga la celebración de primarias usando el padrón electoral abierto, distrae la atención sobre los temas esenciales; retrasando el proceso de aprobación de la Ley de Partidos.
Indicó que el debate sobre los partidos políticos y las campañas electorales debe concentrarse en los temas verdaderamente neurálgicos, como la transparencia y el control del financiamiento de los partidos y las campañas electorales, el fortalecimiento de los mecanismos que garanticen la renovación de la clase política y el establecimiento de un régimen de consecuencias más estricto que el planteado en el proyecto de ley que actualmente se discute.
«Por estas razones, urge la inmediata aprobación de la Ley de Partidos seguida de una nueva Ley Electoral», sostuvo.
Agregó que «el Artículo 216 de la Constitución de la República Dominicana dispone inequívocamente que “la conformación y funcionamiento (sic. de los Partidos Políticos) deben sustentarse en el respeto a la democracia interna y a la transparencia…”. En ese contexto, los conceptos de democracia interna y de primarias abiertas impuestas por la vía legal son incompatibles y contradictorios».
Afirmó que la posibilidad de colocar las decisiones más trascendentales de los partidos políticos, que son la selección de sus candidatos y dirigentes, a la merced de ciudadanos ajenos a los mismos es claramente inconstitucional.
El Centro Juan XXIII solicitó a la comisión bicameral del Congreso Nacional que reanude inmediatamente sus labores para que se disponga en el menor de los plazos una Ley de Partidos y una Ley Electoral que fortalezcan la democracia a través de la celebración de procesos electorales transparentes y equilibrados, instaurando un orden que permita sosiego y paz al país.
