Celebrando la independencia en Corea

Celebrando la independencia en Corea

Celebrando la independencia  en Corea

Federico Alberto Cuello

La República de Corea es un insuperable laboratorio de innovación en políticas públicas. Reconstruido por una generación de héroes anónimos que lo dieron todo para superar el legado de la guerra, el país está donde merece: en la cima.

El sacrificio de tantos plantó la semilla que hoy florece en sus destacados logros en educación e innovación, en su renta per cápita y sus niveles de exportación, con marcas premium que dominan los mercados globales de alto valor agregado a precios asequibles.

Es el vibrante país del hallyu, con su k-pop y sus películas apreciadas universalmente.
Para responder al impacto de la pandemia, la República de Corea descarbonizará su economía, digitalizará aún más su sociedad y reforzará sus redes de seguridad social.
Es lo que busca con el “nuevo pacto coreano”, verdadero modelo para el mundo. Servirá además como marco para la cooperación internacional en lo adelante, siendo el referente de lo que tenemos que hacer juntos.

Para acelerar la transición hacia las energías alternativas en la generación eléctrica y en el transporte. Para mejorar la conservación de energía en el hogar y en el trabajo. Para aumentar la adopción de conexiones inalámbricas 5G entre hogares, oficinas y objetos, permitiendo un funcionamiento más inteligente de nuestras sociedades sin desmedro de su seguridad.

Otros temas de interés deberían fortalecer aún más nuestros lazos bilaterales.
El crecimiento de las exportaciones dominicanas de dispositivos médicos y de los electrónicos durante la crisis demuestra que en vez de deslocalizar la producción recuperándola en sus países de origen, lo que hace falta es relocalizarla en países como RD, por su mayor cercanía a los mercados de destino

Procede así diversificar la oferta exportable dominicana con productos biofarmacéuticos y semiconductores coreanos, para fortalecer el rol que juega el país en las cadenas internacionales de suministro.

También producir más películas en localizaciones dominicanas, reconsiderar decisiones pasadas sobre libre comercio bilateral y ampliar el alcance de nuestra cooperación cultural para incluir el cine.

Y, por supuesto, contar con más becas para que los estudiantes dominicanos asistan a las excelentes universidades de Corea y se capaciten en estos nuevos temas de la economía verde crecientemente digitalizada.

En la estructuración de la nueva era de nuestra relación bilateral, el papel del sector privado será fundamental. Para ello se está relanzando la Cámara de Comercio Corea-República Dominicana.

Todo lo logrado en mis anteriores destinos bilaterales resultó en gran parte de la colaboración con las cámaras de comercio. Espero ahora poder replicar la experiencia, organizando eventos promocionales como los programados para la 1ª Semana Dominicana en Corea en noviembre 2021.

Corea apenas decreció un punto porcentual por la crisis que todavía vive el mundo, respondiendo con políticas innovadoras como las del nuevo pacto. Todo ello sin dejar de tener una presencia destacada en los organismos internacionales ni descuidar sus relaciones bilaterales.

Es un privilegio representar a la República Dominicana en la República de Corea, país que sabe cómo salir fortalecido de las crisis, sean guerras, crisis financieras o choques sanitarios.



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