¡Castigo a evasores!

¡Castigo a evasores!

¡Castigo a evasores!

Una de las mayores debilidades institucionales nuestras no tiene que ver con las instituciones estatales, sino con la cómoda e hipócrita actitud de muchas entidades privadas que viven reclamando a otros lo que ellas mismas no hacen.

Un ejemplo son asociaciones de vecinos que protestan más que nadie por los apagones, pero cuyos miembros se roban la luz.

Por eso me alegra mucho el apoyo del Conep al combate que libra la DGII contra sofisticadas estructuras mafiosas dedicadas al grave ilícito de evasión de impuestos.

Decía Benjamín Franklin hace más de dos siglos que solo dos certezas hay en la vida: pagar impuestos y morirse.

Aquí solo morir, porque está el evasor al pecho. Incumplir obligaciones fiscales es peor que un robo: afecta la seguridad jurídica, distorsiona la libre empresa, impide la competencia leal y su efecto corrosivo debilita la economía y daña imagen del país.

Fortalecer el marco ético del empresariado es imprescindible para que el sector privado, sus líderes y voceros posean siempre la calidad moral que urge imponer.



José Báez Guerrero

Abogado, periodista y escritor dominicano.

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