SANTO DOMINGO.-Las Casas Comunitarias de Justicia (CCJ) se han constituido en una instancia de resolución de conflictos que evita que muchas situaciones que se dan entre vecinos tengan que ser judicializadas.

Trece años después de que inició su misión, el proyecto cuenta con un nuevo local que albergará sus oficinas nacionales, mientras que las ocho casas comunitarias se dedican al trabajo de campo en las comunidades.

El director del Centro Casas Comunitarias de Justicia, José Ceballos, afirmó que la organización contribuye con la implementación de la resolución pacífica de los conflictos en el país.

Explicó que el proyecto surge como una respuesta al auge de la violencia y la inseguridad ciudadana, con acciones preventivas y la prestación de servicios profesionales de mediación y conciliación destinados a la solución de las controversias que se presentan a nivel familiar, comunitario y social.

Indica que en octubre de 2006 nació la primera experiencia en Cienfuegos, Santiago, “constituyéndose en un modelo de aplicación de los métodos de resolución de conflictos y la prevención de la violencia intrafamiliar y de género, así como la que se desarrolla al interior de las comunidades”.

El proyecto ha recibido apoyo del Poder Judicial, Ministerio Público, los ayuntamientos, el sector empresarial, académico y de la sociedad civil.