Santo Domingo.- El déficit de empleos directos formales en el país será de tres millones en 2024 si la producción nacional no experimenta un gran crecimiento, por lo cual una estrategia nacional de exportaciones puede convertirse en el motor del desarrollo nacional.
El planteamiento fue hecho por el presidente de Casa Brugal, Augusto Ramírez Bonó, quien señaló que esta amenaza se puede revertir si creemos en nuestra gente y unimos fuerzas, promoviendo una gran alianza público-privada para la generación de empleos de calidad.
El ejecutivo, quien se pronunció en esos términos durante la premiación Brugal Cree en su Gente 2018, señaló que no basta generar empleos de calidad si paralelamente no estamos educando desde ya apropiadamente a las personas que los van a ocupar. “Es un gran reto, que demanda sentido de urgencia y determinación para llevar a cabo las transformaciones que se requieren,” subrayó.
Señaló que, en materia de generación de empleos formales, el futuro es retador si se parte de que el 70% de la fuerza laboral del país solo ha alcanzado, como máximo, el nivel secundario, mientras apenas un 25% de los empleados cuentan con títulos técnicos o universitarios.
Asimismo, dijo que varios estudios internacionales sitúan al país como uno de los más rezagados del mundo en matemáticas, ciencias y lecto-escrituras. “Nos urge una educación de calidad que nos permita formar de una manera adecuada a los dominicanos que se incorporarán a trabajar en los próximos años”, manifestó Ramírez Bonó.
Manifestó que los resultados de la historia reciente trazan el imperativo de llevar a cabo un cambio fundamental del modelo educativo de la República Dominicana, tomando en cuenta que una mayor inversión por sí sola no basta.
En ese contexto, planteó como una prioridad invertir en modelos educativos modernos, con apoyo en la tecnología y en la educación continuada, focalizado en educar para emplear.
“Esa es la única manera que tenemos de cerrar las brechas y acabar con los círculos viciosos que hacen vulnerables a tantas personas,” subrayó.
Indicó que actualmente existen en el país más de dos millones de personas con empleos informales que perciben salarios más bajos, no cotizan en la seguridad social y, por ende, no se benefician de ella.
Por esta razón, el empresario apeló al desarrollo de una estrategia país de exportaciones, como motor de un nuevo modelo de desarrollo económico.
“Solo una estrategia país de exportaciones, con metas concretas a largo plazo, que defina con claridad cuáles son los productos donde el país tiene una ventaja comparativa, cuáles son los mercados potenciales para estos productos y cuál es el plan para conquistarlos; nos permitiría dar un salto significativo y generar un gran impacto”, resaltó.
Sostuvo que en el país mucho se habla sobre las exportaciones, pero sin la profundidad ni el pensamiento de largo plazo requeridos, por lo que llamó a “romper el círculo vicioso de la gradualidad y pensar en grande, con determinación y voluntad para alcanzar metas ambiciosas como país.
“Deberíamos estar hablando de duplicar las exportaciones en los próximos diez años y de qué se requiere para ello. Ese es el tipo de conversaciones que pueden transformar nuestro país y el bienestar de nuestra gente,” apuntó.
Sostuvo que, en esa tarea, la República Dominicana puede contar con Casa Brugal, como la ha podido hacer siempre desde finales del siglo 19, “para contribuir con la transformación de la vida de nuestra gente.”
Los “Premios Brugal Cree en su Gente 2018″ reconocieron los aportes de instituciones sin fines de lucro que trabajan para mejorar la vida de las comunidades.