Raddamés de la Rosa, director de Casa Abierta, entidad que surgió en el país en 1974 para trabajar en prevención de drogas y otros fenómenos psicosociales.
SANTO DOMINGO.- En el mes de julio Casa Abierta celebra el 50 aniversario de su fundación, en el año 1974. Medio siglo de historia acompañando a la sociedad dominicana, aplicando estrategias integrales para aportar a la reducción de la demanda de drogas, pero también han sido críticos de las fracasadas políticas públicas nacionales sobre drogas, que, dijo, están basadas en estigmas, estereotipos, mitos y discriminaciones, hacia las personas en consumo.
Para Casa Abierta, estas miradas del pasado siglo, sostienen la opresión, exclusión y malos tratos, a esta población, catalogada de delincuentes por la Ley 50 -88 y sus operadores, que aplican acríticamente la mal llamada “guerra contra las drogas”.
«En este medio siglo de historia, hemos sido testigos de primera fila de políticas públicas sobre el uso de drogas, legales e ilegales, centradas en las sustancias. En ellas, lo esencial, que es el ser humano, solo se ve desde el aspecto represivo, a pesar de las recomendaciones en normativas y foros internacionales», sostuvo.
Expresó que lamentablemente 50 años han sido insuficientes para superar estas políticas públicas sobre drogas, estancadas por muchos años, en la que la perspectiva de salud está ausente.
Criticó que mientras se llama a defender a los más vulnerables, incluidos niños, niñas y jóvenes, «personas que consumen drogas, personas con trastornos por consumo de drogas y personas que requieren acceso a medicinas controladas, las políticas públicas sobre drogas en nuestro país siguen profundizando la exclusión de las personas más vulnerables usuarias de sustancias, a las que se les violan sus derechos, enviándoles a prisión, o siendo víctimas de autoridades corrompidas que les extorsionan».
«No prestan atención de salud a las personas con trastornos por uso de sustancias, dejando esta tarea a centros privados y a la buena voluntad de centros sociales de tratamientos muy débiles y con escasos recursos. Se desconoce el uso del cannabis medicinal, en contra de las recomendaciones de la OMS», enfatizó.
Subrayó que de su lao, Casa Abierta, en este medio siglo de historia, ha estado acompañando a las personas, familias, organizaciones, educadores de comunidades empobrecidas, muy desprotegidas por políticas que han sido poco efectivas en garantizar el desarrollo humano integral.
«Hemos desarrollado procesos terapéuticos, educativos, sociales, y de incidencia públicas para la reducción de la demanda de drogas. Hemos sostenido una apuesta por la mejora de la salud mental, colaborando con la calidad de vida y el fortalecimiento de aspectos positivos, para el desarrollo de potencialidades humanas, considerando la realidad identificada en los colectivos acompañados y sus comunidades», agregó.
Al celebrar su 50 aniversario, Casa Abierta reafirmó su compromiso con la sociedad dominicana. «Seguiremos promoviendo estas estrategias, así como la incidencia para propiciar la transformación de las políticas públicas sobre drogas en la República Dominicana».
