Raddamés de la Rosa, director de Casa Abierta, entidad que surgió en el país en 1974 para trabajar en prevención de drogas y otros fenómenos psicosociales.
SANTO DOMINGO.-La proliferación de puntos de drogas, y el hecho de que sean de conocimiento público, se debe a la disposición de las autoridades de permitirlo, afirmó ayer el director de Casa Abierta, Raddamés de la Rosa.
¨Muchas veces se ha denunciado que esos puntos de drogas tienen realmente un acuerdo extralegal con autoridades corrompidas de la Policía Nacional y la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD)¨, expresó de la Rosa.
El director de Casa Abierta manifestó que esa situación es una evidencaia del fracaso de una política pública, que centrada en reprensión, lo que ha generado es mucha violencia y corrupción.
Al preguntarle, qué políticas deben implementarse para que jóvenes que nacen y se desarrollan en un ambiente barrial, con notoria presencia de microtráfico de drogas, puedan mantenerse alejados del consumo y resistan la tentación de vincularse al negocio, el presidente de Director de Casa Abierta dijo que los consumos de sustancias no están vinculados axiomáticamente a las comunidades marginales y barriales, sino en toda la sociedad.
Aseguró que las políticas actuales solamente hacen esfuerzos por detectar los consumos y los traficantes en zonas populares, y eso se evidencia como si fuese solamente allí.
¨El consumo de drogas es un fenómeno social amplio y complejo que está en toda la sociedad. En las comunidades más empobrecidas es urgente que el Estado intervenga, pero no con policías solamente para controlar la droga, sino con políticas dirigidas a los jóvenes, que les permitan conseguir educación, empleo, salud, y una fórmula que integre a la comunidad a buscar mejores estrategias para enfrentar los problemas de ella mismaa», expresó De Rosa al ser entrevistado en el programa Toque Final con Julio Martínez Pozo, que se transmite los domingos por Antena 7.
En ese sentido, dijo que son los comunitarios los principales guardianes de su espacio, y enfatizó, que se deben tener políticas donde esa parte de la comunidad participe directamente en todo lo que tiene que ver con la seguridad de su comunidad.
En tanto, sobre el rol que ha tenido la Dirección Central de Antinarcóticos de la Policía Nacional (DICAN), que se creó como instrumento de persecución al microtráfico bajo el criterio de que la DNCD trabaja los casos mayores, consideró que ese es un tema en el que las autoridades debieron de reflexionar hace mucho tiempo.
Recordó, que desde el 1988, cuando se creó la DNCD, hay una ley que dice que la DNCD es la autoridad máxima en materia de tráfico de drogas sin decir que sea micro o macro.
La creación del DICAN, reiteró, es violatoria de la Ley 5088, y a su entender no tiene razón de existir en estos momentos.
Explicó que la DNCD tiene en su interior a la Policía, a las Fuerzas Armadas, a La Marina, a la Fuerza Aérea… a todos los elementos de seguridad del Estado, por lo que entiende, que no tiene sentido esa organización, que ha sido piedra de muchos escándalos, porque son las personas que están más directamente vinculadas a las comunidades, y son las que más fácilmente se corrompen por falta de una adecuada supervisión de su accionar.