Carter

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José Báez Guerrero

Optar por no combatir más contra su enfermedad terminal tras llegar a cien años de vida pródiga, entre cuyos méritos está haber presidido Estados Unidos, revela mucho sobre el carácter de Jimmy Carter, el ingeniero nuclear y colono manisero de Georgia recordado con mayor reconocimiento como elder statesman que por su controversial gobierno.

Es quizás el gobernante con mayor rectitud moral, jamás involucrado en indelicadezas ni corrupción.

Le tocó gobernar tras Watergate y la pérdida de Vietnam. Al privilegiar los derechos humanos sobre el interés imperial gringo, perdió el respeto de Cuba que le envió marielitos y envió tropas a África; entregó el canal de Panamá al corrupto dictador Torrijos; perdió Nicaragua a los sandinistas e Irán al radical Khomeini; observó pasivamente la invasión soviética de Afganistán y su país sufrió reveses sin represalias ni consecuencias. Internamente, la inflación, altísimos intereses y el desempleo devastaron la economía.

Sin embargo, Carter fue un protagonista imprescindible para el traspaso del poder al PRD en 1978. Supe que cuando Carter constató cuán ciego y frágil lucía Balaguer, intensificó el rapport con el PRD en previsión de su posible triunfo electoral. Descanse en paz este ejemplar estadista y líder moral pese a su mala presidencia.



José Báez Guerrero

Abogado, periodista y escritor dominicano.