Santo Domingo. La alcaldesa del Distrito Nacional, Carolina Mejía, presentó este martes la campaña “La Ciudad que Respira”, una iniciativa que recoge en imágenes el antes y después de decenas de espacios públicos transformados durante su gestión, y que busca evidenciar el impacto directo de estas intervenciones en la vida de los capitaleños.
Acompañada de representantes del Gobierno, empresarios y aliados del sector privado, Mejía aseguró que cada proyecto ejecutado persigue un mismo objetivo: devolver dignidad y bienestar a la ciudadanía.
“El corazón se me reboza de alegría sabiendo que hemos tocado vidas para bien. Hemos estado construyendo bienestar, transformando espacios que hoy son buenos para todos”, expresó la alcaldesa durante la presentación.
Los primeros pasos: rescates emblemáticos
Mejía recordó que las primeras intervenciones se concentraron en puntos críticos como el bulevar de Honduras, el Pabellón de las Naciones y el parque de Agua Dulce, en la Circunscripción 3, una de las zonas con mayor densidad poblacional de la ciudad.

Allí, explicó, fue necesario trasladar a ocho familias para convertir un entorno degradado en un espacio de convivencia familiar. La alcaldesa citó también el caso de la señora Mayra, quien vivió por 30 años cuidando la laguna de Hernández y pudo ser reubicada con apoyo del Gobierno central.
Un modelo de gestión que combina planificación y alianzas
Mejía destacó que la transformación de los parques, plazas y espacios públicos ha sido posible gracias a un modelo de gestión basado en planificación, colaboración público-privada y participación ciudadana.
“Lo que no se planifica no se puede ejecutar de manera efectiva. Gracias al método de gestión que hemos construido junto al sector público, privado y la ciudadanía, las cosas fluyen, se hacen y se mantienen”, señaló.
La alcaldesa explicó que, aunque empezaron a trabajar con el inventario oficial de parques del Consejo de Regidores, en el camino fueron identificando más espacios abandonados, incluyendo aceras, bordes de vías y áreas improvisadas que hoy funcionan como zonas recreativas o peatonales.
El papel del “co-gestor”: ciudadanía involucrada
Uno de los elementos centrales del programa es la figura del co-gestor, una iniciativa aprobada por ordenanza municipal que permite a los ciudadanos participar en la vigilancia, uso y preservación de los espacios intervenidos.
“Solo de la mano de la ciudadanía podemos garantizar el cumplimiento de las reglas en cada espacio recuperado. Es un concepto de dignidad, de bienestar y de cuidado de nuestros niños, jóvenes y adultos mayores”, afirmó.
“La Ciudad que Respira”: una campaña para mostrar el cambio
La campaña presentada por Mejía recopila imágenes comparativas de espacios antes degradados y ahora completamente renovados. Según la alcaldesa, se trata de una forma de rendir cuentas visuales y reafirmar el impacto real de las intervenciones.
“Es un programa de transformación que ha dado resultado. Encontramos un método que funciona y que nos ha llenado de grandes satisfacciones. Trabajar juntos ha sido el gran logro”, concluyó.
La alcaldesa reiteró que aún quedan retos importantes, pero garantizó que la fórmula que ha permitido avanzar sector público, sector privado y ciudadanía seguirá siendo el camino para construir una ciudad más humana, ordenada y vivible.