SANTO DOMINGO .- La comprensión y el cariño demostrados por los fanáticos de los Campeones Nacionales y del Caribe a través de las redes sociales fue una de las razones que motivaron que Mel Rojas Jr. volviera a firmar como agente libre con el glorioso equipo azul.
«Es un privilegio y me motivó a firmar nuevamente con el Licey ya que sabía que iba a tener opciones de irme a otros equipos», dijo el jardinero y héroe del título número 23 con un sencillo remolcador de la carrera ganadora en el quinto partido de la serie final frente a las Estrellas Orientales.
Recuerda que a pesar de que no comenzó bien a la ofensiva, se mantuvo en oración y trabajando y contó siempre con el interés y el apoyo de la fanaticada del equipo.
«Lo que siempre quieren ver son los palos, los hits, los resultados positivos. Pero venían que le estaba conectando bien a la pelota, pero no caían los hits y saben que eso se me salía de las manos», añadió.
Rojas Jr. está ahora con los Acereros de Monclova en la Liga Mexicana. Revela la mentalidad que hay que tener para jugar en diferentes ligas -como es su caso tras incursiones además en Taiwan, Japón y los circuitos minoritarios de los Estados Unidos.
«Mientras más rápido te adaptas a la cultura de un país, al estilo de juego se te hace más fácil», expresó y agregó que el pelotero tiene que jugar de la forma que se hace en determinada liga y no tratar de imponer su manera.
Agregó que una parte de la adaptación tiene que ver con la comida y que la que menos le ha gustado es precisamente la mexicana.
«Son dos peloterazos. Cualquier día suben (a las Grandes Ligas) para quedarse y ser caballos», fue la expresión de Rojas Jr. cuando se le preguntó con relación a los prospectos Elly De La Cruz, de los Rojos de Cincinnati, y Ronny Mauricio, de los Mets de Nueva York, con los cuales compartió en la pasada temporada otoño-invernal.
De Mauricio alabó la madurez que ha experimentado en los últimos meses y consideró que si todavía su organización no lo ha convocado a las Ligas Mayores se debe a que están esperando que haga algunos ajustes o el momento oportuno y lo están preparando para un cambio que cree que le convendría.
Con relación a su participación en la Serie del Caribe en Venezuela, definió la experiencia como «bonita, maravillosa» a pesar de que no fue fácil salir con la victoria, pero comparada con la primera (2017) que le dejó un mal sabor en la boca (0-4) y lo puso a dudar sobre estar otra vez en el certamen, ahora quisiera experimentarla con más frecuencia.