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Caravana de migrantes reanuda recorrido por el sur de México

TAPANATEPEC, México.-Miles de centroamericanos reanudaron el lunes su recorrido por el sur de México mientras las autoridades intentan esclarecer la muerte de un migrante en la frontera con Guatemala.

La caravana, integrada por unas 4.000 personas, partió temprano desde las afueras de Tapanatepec y planea llegar a Niltepec, 54 kilómetros al noroeste en el estado de Oaxaca. Mientras algunos esperaban pacientemente que alguien les ofreciera un aventón otros avanzaban decididos a pie.

Las patrullas de la policía federal mexicana los acompañaban a baja velocidad y les advertían que se mantuvieran a un costado de la carretera.

La caravana todavía debe recorrer unos 1.600 kilómetros hasta llegar al cruce fronterizo más próximo en McAllen, Texas. El viaje podría ser el doble de largo si los migrantes deciden irse al cruce Tijuana-San Diego como hizo una caravana similar a principios de año.

En el estacionamiento de una gasolinera en las afueras de Zanatepec más de un centenar de migrantes hacían fila a la espera de que algún conductor se detuviera y los invitara a subir para evitar recorrer a pie parte del tramo del día.

El alcalde local Ramiro Nolasco dijo que "estamos ayudando a nuestros hermanos de otros países con alimentación y agua y transportación, con lo que se puede", pero admitió que "va a ser muy poco para lo que necesita esta gente".

El domingo varios cientos derribaron las vallas fronterizas en el poblado guatemalteco de Tecún Umán -como lo habían hecho los miembros de la caravana hace más de una semana- y se enfrentaron con las autoridades mexicanas que estaban determinadas a no permitir que la caravana crezca o que se forme otra.

El nuevo grupo de migrantes, que dicen ser una segunda caravana, se reunieron en el puente internacional sobre el río Suchiate. Los bomberos guatemaltecos confirmaron que Henry Adalid Díaz Reyes, un migrante hondureño de 26 años, falleció por una herida de bala de goma en la cabeza.

"El migrante fue atendido por bomberos, pero la herida era muy grande", indicó César Quiñonez, bombero en Tecún Umán. En una conferencia de prensa el secretario de Gobernación mexicano Alfonso Navarrete Prida dijo que la policía federal mexicana y los agentes de migración fueron agredidos con piedras, botellas de vidrio y fuegos de artificio cuando los migrantes derribaron una puerta del lado mexicano de la frontera. Sostuvo que ninguno de los agentes mexicanos estaba armado con pistolas, ni siquiera armas que dispararan balas de goma.

"En México no se criminaliza la inmigración no documentada", afirmó Navarrete, que agregó que algunos de los atacantes portaban armas de fuego y bombas incendiarias. Víctor Argueta de 54 años y oriundo de Santa Bárbara, Honduras, contó que él y su esposa pasaron dos noches durmiendo en el puente internacional entre Guatemala y México antes de lograr cruzar el río Suchiate en una balsa.

"Nosotros venimos con un propósito de querer mejorar nuestro futuro para nosotros y para nuestra familia, no venimos con la intención de querer morir en el camino", reflexionó sobre la muerte del migrante. "Tal vez ese muchacho venía con sus buenas intenciones, quizás con la idea de una persona joven de ayudar a su familia".

Los migrantes luchan por mantener el orden mientras esperan en la fila para recibir alimentos donados en San Pedro Tapanatepec, en el estado de Oaxaca, México, el domingo 28 de octubre de 2018.  (AP Foto / Rebecca Blackwell)

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