¡Capú y no te abajes!

¡Capú y no te abajes!

¡Capú y no te abajes!

German Marte

“El mejor momento para plantar un árbol fue hace 20 años. El segundo mejor momento es ahora”, proverbio Chino.

Cuando yo era un niño, hace ya mucho tiempo, los más avivatos del barrio o de la escuela te proponían jugar a ‘capú’. El juego consistía en que el otro podía arrebatarte cualquier cosa, desde un juguete, unas monedas, incluso comida que tuvieras en la mano, y adueñarse de todo impunemente.

La cara de desconcierto de su presa era todo un poema, pues no bien terminaba de escuchar la frase “¡Capú y no te abajes!” cuando ya lo que fuera que estuviera comiendo caía al suelo o, peor aún, al ver las preciosas bellugas (canicas o bolitas) rodando por todos lados, mientras tu ‘amiguito’ se apresuraba a recoger todas las que podía con sus asquerosas y supersónicas manos. Todos reían, menos la víctima, que quedaba en ridículo, con la cara larga, cual personaje pintado por Goya.

Me indignaba aunque no fuera a mí. Así es que siempre evité entrar en ese jueguito.
¿Quién me iba a decir que unas cuantas décadas después iba a ser víctima del “capú y no te abajes”?
Pero caí. Contra mi voluntad me metieron de cabeza en el juego.

Como más de cuatro millones de dominicanos, he sido forzado a participar del juego tramposo de “¡Capú y no te abajes!” Porque eso y no otra cosa es lo que hacen las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS) con nosotros los afiliados. Y todo amparado en una ley (la 87-01) del mal llamado Sistema de la Seguridad Social.

Cuando niño uno podía evitar que un abusador le arrebatara un juguete o un mendrugo de pan con tan solo salirse del juego. Ahora ni eso. Estamos atados.

Por eso, cuando voy a la farmacia o al médico y me dicen “este medicamento no te lo cubre tu aseguradora, ni este, ni aquel”, siento que alguien me grita: “¡Capú y no te abajes!”
Cada vez que el médico me exige un copago –porque las ARS le pagan una miseria por cada consulta: ¡Capú y no te abajes!

Cuando me indican un procedimiento y el seguro no lo cubre, otra vez escucho: ¡Capú y no te abajes!
Y cuando a alguien le indican un medicamento de alto costo y la ARS dice –indolente- “eso no lo cubre tu seguro”: ¡Capú y no te abajes!

Capú y no te abajes era sólo un juego de niños que, sin embargo, nos ayudaba a entender lo cruel que puede ser la vida. Pero hay una diferencia con el negocio en que ha devenido el sistema de salud en nuestros días pues ahora no están en juego bellugas, sino nuestras vidas.
Aquí todos somos víctimas: los afiliados, nuestros empleadores, los médicos y el Estado. Mientras ganan quienes se inventaron el juego.

Lo más saludable sería cambiar las reglas o dejar de jugar. Millones de personas no deben seguir siendo víctimas de esta versión macabra del juego ¡Capú y no te abajes!



German Marte

Editor www.eldia.com.do

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