La República Dominicana se ha convertido en la capital latinoamericana de la educación superior. En la tercera semana de junio ha sido sede para la celebración de eventos de gran trascendencia para nuestra región. Dichas actividades se centran en la capacidad que tienen nuestros países para definir marcos de cooperación entre universidades e instituciones de educación superior.

El primero de estos eventos fue la reunión del comité de seguimiento de el Espacio Latinoamericano y Caribeño de la Educación Superior que se realizó en el Salón de Consejo de la Universidad Autónoma de Santo Domingo con la presencia de su rector magnífico, el doctor Ivan Grullón.

Luego de dicha actividad, se realizó el primer seminario preparatorio para la Tercera Cumbre Académica de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y la Unión Europea con sede en las instalaciones de la Cancillería del país. Dicha actividad logró convocar y reunir líderes de educación superior de Latinoamérica y Europa. En el marco de este seminario se trataron temas sobre corporación de investigación, fomento de la educación técnica superior, la acreditación universitaria, reconocimientos de títulos para movilidad académica, y por último, la pertinencia y calidad del postgrado en América Latina, el Caribe y la Unión Europea.

Además de estas actividades también se celebró un congreso sobre modelos educativos innovadores, que llevó a cabo la Organización Universitaria Interamericana para reconocer modelos de éxito en los países de América y fomentar la internacionalización de la universidad americana. Todos estos eventos demuestran que ciertamente, de algún modo, nuestro país fue el escenario de congresos, seminarios y cumbres de gran trascendencia académica. Fuimos por una semana, la capital universitaria de la región. Esto nos llama a la reflexión.

Entre discursos, debates y charlas no debemos nunca olvidar la pertinencia de la educación superior en nuestros países. Cada día somos invitados a poner como centro de atención en la universidad la manera en cómo podemos desarrollar capacidades, habilidades y destrezas en nuestros jóvenes, fomentar el aparato productivo de países y así crear un desarrollo humano sostenible.