SANTO DOMINGO.- El Ministerio de Interior y Policía Estudiantes, brindó orientación a estudiantes del politécnico La Salle, del sector Simón Bolívar, sobre la violencia intrafamiliar, que afecta más a niños y adolescentes.
De igual modo mostraron como identificar los efectos del consumo de drogas y escucharon testimonios de exadictos que les exhortaron a alejarse de esos flagelos.
La actividad que estuvo a cargo de Catalina Bueno, indicó que los tipos de violencia más comunes son las agresiones físicas, verbales y sicológicas, la intimidación, las amenazas y el uso de la fuerza, de las que informó conllevan hasta 10 años de prisión.
Explicó que son conductas aprendidas y progresivas y que sufren más los niños y adolescentes.
Afirmó que un hombre violento, en su primera fase es curable. Exhortó a los jóvenes a aprender a visualizar la situación y denunciar ante sus profesores, pastores, sacerdotes o en la fiscalía.
En tanto, la fiscal Belkis Polanco Almonte aclaró que conflicto no siempre significa violencia y aseguró que solo es posible combatirla con educación.
El director del Departamento de Denuncias, José Alberto Bidó Hilario, explicó a los estudiantes que estos conversatorios evitan que jóvenes sean envueltos en el flagelo de la violencia y los estupefacientes.
Informó que las actividades impactan los sectores La Puya, La Zurza y el Ensanche La Fe, de la capital y el municipio San Francisco de Macorís, entre otros lugares.
En su aporte, el investigador de narcóticos e instructor académico de la Dirección Nacional de Control de Drogas, Juan Bautista Fortunato, orientó sobre los tipos de alucinógenos, entre los que citó marihuana, cocaína, heroína, opio y éxtasis.
Definió los narcóticos como cualquier sustancia natural o sintética, unas elaboradas con productos químicos, que cuando entran al cuerpo modifican el funcionamiento del cerebro.
Entre las causas por las que un individuo puede caer en la drogadicción, mencionó la carencia de metas, presión de los amigos, problemas de identidad, baja autoestima, conflictos familiares, maltrato físico o emocional y la tentación de probar lo prohibido.
En tanto, la agente especial del organismo, Thania Fernández, dio un testimonio a los adolescentes sobre su incursión en ese vicio.
Relató que como consecuencia de su adicción, en menos de tres meses sufrió carbonización de la nariz al punto que la desprendió con sus propias manos y posterior tuvo que recurrir a una cirugía reconstructiva de 10 horas.
Explicó que quería dejar las drogas pero no podía, por lo que tuvo que internarse en Hogares Crea de Santiago.
En los conversatorios participaron estudiantes del 3er al 5to de secundaria, con edades entre los 14 y 17 años.
Las actividades fueron coordinadas por la sicóloga del plantel Josefina Ramírez Díaz. El director del centro, Avelino Guerrero, agradeció el gesto de Interior y Policía de impartir esta charla a su alumnado.