Roma.-El ministro de Relaciones Exteriores de la República Dominicana, Andrés Navarro, se reunió con el Cardenal Prieto Parolin, secretario de Estado de la Santa Sede, para exponerle al papa Francisco los avances y positivos alcances del Plan Nacional de Regularización que encamina el Gobierno del presidente Danilo Medina.
Durante un encuentro llevado a cabo en la Santa Sede, Navarro manifestó al Cardenal Parolin todos los pormenores de la reforma migratoria que ha permitido regularizar a más de 288 mil extranjeros que residían en el país con estatus irregular, en su mayoría haitianos.
«Vemos como los temas migratorios ocupan permanentemente la atención de los estados, por eso hemos querido que su santidad el papa Francisco conozca en detalle sobre los avances del Plan de Regularización de Extranjeros y la reforma migratoria sin precedente que nuestro Gobierno ha puesto en marcha con todas las garantías y respeto a los derechos humanos, además de un gran sacrificio económico que alcanza cerca de dos mil millones de pesos», explicó Navarro.
Dijo que el plan ha devenido a la solución de un grave problema que enfrentaban los miles de migrantes que permanecían de manera irregular en la República Dominicana, ya que ha permitido que más de 288 mil extranjeros lograran obtener un estatus regular, de los cuales el 96 por ciento son ciudadanos haitianos, facilitándoles la documentación gratuita, gracias a la voluntad política del presidente Medina.
«La República Dominicana quiere mantener un canal de comunicación abierto con la Santa Sede para darle respuesta inmediata a cualquier preocupación o inquietud que le pudiera generar al santo padre sobre el Plan de Regularización de Extranjeros que con gran voluntad política desarrolla nuestro Gobierno», subrayó Navarro.
El funcionario ratificó al Cardenal Parolin que la iglesia católica puede estar tranquila frente al plan migratorio dominicano, ya que a ningún extranjero con estatus de irregular se le vulnerará sus derechos y que, por el contrario, el gobierno ha dado todas las facilidades para que el proceso cumpla con el respeto a los derechos humanos, comprometido con la decisión soberana de poner orden interno a un asunto tan sensible como la situación migratoria del país.