Representantes de la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF) abordaron el domingo el Ever Given para comprobar la salud y el bienestar de la tripulación.
Llevan casi un mes viviendo en una embarcación varada, rehenes temporales de un conflicto multimillonario que involucra un barco que navega con bandera panameña, propiedad un holding japonés, operado por una empresa alemana, con tripulación india.
Por si fuera poco están atrapados en Egipto. Concretamente en el Gran Lago Amargo, en el sistema del canal de Suez.
El carguero Ever Given quedó encallado en el canal del 23 al 29 de marzo, lo que provocó el bloqueo de una de las principales rutas marítimas comerciales del mundo.
Tres semanas después, los 25 tripulantes a bordo aún del barco se encontraban en buen estado e incluso la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF, en inglés), que ha podido visitarlos en la embarcación, dice que «están de buen humor».
Sin embargo, la tripulación se sienten en una posición delicada y están comprensiblemente ansiosos por saber si podrán volver a casa como de costumbre cuando finalicen sus contratos, explica el comunicado de la ITF.
La Autoridad del Canal de Suez ya advirtió que hasta que no se resuelva la reclamación de casi US$1.000 millones para compensar los daños, la operación de salvamento y la «pérdida de reputación», el barco se mantendrá en Egipto y su tripulación no podrá abandonarlo durante este tiempo.
«Es natural que experimenten ansiedad ante la incertidumbre de la situación», explicó a BBC Mundo Abdulgani Serang, del sindicato de navegantes de India, que representa a la tripulación del Ever Given.
Pero Serang también señaló que Bernard Schulte, la empresa alemana que alquiló el barco y contrato a la tripulación, goza de renombre y los marinos tienen acuerdos sindicales adecuados.
Cuando el Ever Given quedó atravesado se apuntó a las condiciones meteorológicas como posible causa, para pasar casi de inmediato a analizar la competencia del personal y las posibles negligencias cometidas en todo lo sucedido.
Incluso, algunos medios en la India recogían la preocupación del sector de que las partes tomaran a los tripulantes como chivo expiatorio o pudieran llegar a ser colocados en arresto domiciliario.
Pero Serang recuerda que aunque «el buque ha sido incautado por orden de los tribunales egipcios, no se ha planteado ninguna duda sobre su profesionalidad«.
De momento, el estatus oficial del barco es el de «confiscado«, según Evergreen, la naviera que alquila buque portacontenedores al holding japonés Shoei Kisen Kaisha, pero nadie ha sido acusado del accidente.
Los expertos advierten que resolver este litigio internacional entre todas las empresas, las compañías de seguros y las agencias gubernamentales podría alargarse años.
Enredo legal
Mientras la Autoridad del Canal de Suez argumenta que los esfuerzos para liberar el barco fueron costosos y debe ser compensada, los propietarios del barco interpusieron una demanda en Reino Unido contra la empresa que explotaba el Ever Given.
Todas estas acusaciones y demandas cruzadas ponen de manifiesto que determinar quién fue el responsable y cuál es la cuantía que debe pagar no será fácil.
En medio de este intrincado contexto legal se encuentra la tripulación.
«No hubo pérdidas de vidas, derrames de petróleo, ni actividad criminal en el incidente. Es solo una cuestión civil sobre las implicaciones financieras que negocian los propietarios, fletadores, aseguradores y las autoridades egipcias», afirma el representante del sindicato de navegantes de India.
«Parece que la tripulación india a bordo del Ever Given tendrá que estar preparada para un largo arresto«, le dijo el capitán Sanjay Prashar al diario The Times of India.
El lado positivo, la investigación de la ITF concluyó que no ha habido una violación en los contratos del personal del buque y que todos han recibido su salario de marzo.
Por eso de momento no se considera un caso de abandono como el que sufre Mohammed Aisha, el guardián de un barco abandonado en las costas del sur de Egipto del que puede salir a no ser que el dueño del barco le encuentre un reemplazo o el barco sea vendido.
Según la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte, en Egipto, los oficiales a bordo de embarcaciones detenidas ocasionalmente terminan bajo un estatus equivalente al arresto domiciliario, a veces durante años.
No es la primera vez
De hecho no es la primera vez que la tripulación de un barco se ve atrapada en contra de su voluntad.
En junio de 1967, 15 barcos que pasaban por el canal quedaron en el fuego cruzado entre Israel y el bloque formado por Egipto, Siria y Jordania durante la Guerra de los Seis Días.
Mientras el conflicto se resolvía, las embarcaciones anclaron en el Gran Lago Amargo para no ser identificados como objetivos.
La guerra acabó el 10 de junio, con la derrota de los tres países árabes.
Pero Egipto mantuvo el bloqueo y los 14 barcos no pudieron salir.
Gracias a unas negociaciones diplomáticas, algunos de los marinos salieron a las dos semanas, contó Peter Snow, presentador de BBC Radio 4, en el programa The Yellow Fleet, de 2010.
Pero el resto de la tripulación se quedó durante tres meses.
Un escenario, el de permanencia en el barco, al que se enfrenta la tripulación del Ever Given.
«Los marinos obtendrán apoyo legal y logístico a nivel local, nacional e internacional en forma solidaria. No estan solos«, concluyen desde el sindicato indio.