Bloomberg News.-La caída del fabricante de smartphones BlackBerry Ltd. de innovador a perdedor resume los desafíos que enfrenta el dólar canadiense en tanto el país norteamericano pone la mira en las exportaciones para impulsar el crecimiento.
“Ahora Canadá compra más iPhones que los BlackBerry que vende”, dijo James Kwok, responsable de administración de monedas en Londres de Amundi Asset Management, que gestiona el equivalente a 1 billón de dólares, en una entrevista telefónica del 7 de enero.
“En Canadá se han producido muchos cambios estructurales en los últimos años, lo que ha llevado a que la balanza comercial de Canadá sea estructuralmente más débil”.
Un informe de la semana pasada que mostraba un déficit comercial nueve veces mayor de lo que pronosticaban los economistas inició el desplome del dólar canadiense al nivel más bajo en cuatro años de 1,0959 dólares canadienses ayer y lo dejó a las puertas de una sexta baja mensual frente a una canasta de nueve monedas de países desarrollados, la caída más larga desde 2002.
Kwok apuesta a que la baja es sólo el comienzo, y los fondos de cobertura y otros especuladores están haciendo lo mismo, con lo que las apuestas contra la moneda son casi las más numerosas en unos nueve meses.
La economía canadiense creció al ritmo más lento desde la recesión el año pasado y registró la racha más larga de déficits comerciales consecutivos en por lo menos 25 años, en tanto el país se vio obligado a rebajar el precio de su producto de exportación más importante, el petróleo crudo, debido a cuellos de botella en el transporte, y BlackBerry se convirtió en el último fabricante en reducir sus operaciones.
Peor desempeño
“En el pasado, Canadá se beneficiaba mucho con la recuperación de la economía estadounidense porque los países están muy cerca uno de otro: una gran parte de las exportaciones de Canadá va a los Estados Unidos”, dijo Kwok en entrevista telefónica.
“Esta vez es diferente. Creo que la recuperación será mucho más lenta a menos que el dólar canadiense baje mucho más”.
El loonie, como a menudo se llama al dólar canadiense por el ave acuática que aparece en la moneda de 1 dólar, se debilitó 0,8 por ciento ayer en Toronto a 1,0946 por dólar estadounidense. Un loonie compra 91,36 centavos estadounidenses.
La caída de 3 por ciento de la moneda en este año la convierte en la de peor desempeño del mundo después del rand sudafricano y las monedas atadas al rand, el loti de Lesotho, el lilangeni de Suazilandia y el dólar de Namibia.
Frente al billete verde, la diferencia en la cantidad de apuestas de los fondos de cobertura y otros grandes especuladores a una baja del dólar canadiense en comparación con las apuestas a un alza, conocidas como cortas netas, fue de 60,5423 contratos al 7 de enero, muestran los datos de la Comisión de Negociación de Futuros de Materias Primas con sede en Washington.
La apuesta de Kwok a que el loonie seguirá bajando se basa en las garantías del gobernador del Banco de Canadá Stephen Poloz.