Con este título, la columna Cuentas Claras del periódico El Día del miércoles 14, abordaba el recurrente tema de la campaña permanente en la que los políticos mantienen al país.
Daba cuenta de los aprestos reeleccionistas en el Partido Revolucionario Moderno (PRM), que se aboca a modificar sus estatutos para permitir la repostulación del presidente Luis Abinader, lo cual quedó confirmado al pedírsele a los funcionarios que no toquen ese tema, por ahora.
Respecto al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) afirma que: “…ha llamado la atención que el Partido de la Liberación Dominicana haya aprobado que siete aspirantes a la candidatura presidencial se activen cuando la organización aún está inmersa en el proceso de renovación y de la escogencia de los titulares de sus diferentes secretarías”.
Prematura
El pasado domingo 11 el Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana aprobó un protocolo para que aquellos compañeros y compañeras que deseen iniciar un proyecto presidencial, lo hagan dentro de cierta regulación interna.
Extrañamente, al final de la reunión en la rueda de prensa acostumbrada, se informó al país que el partido tenía siete aspirantes a la presidencia, dentro de los cuales se mencionó al autor de este artículo.
Lo cierto es que en dicha reunión mi posición fue contraria a que el partido entre en modo electoral tan prematuramente.
No me opongo, bajo ningún concepto, a las legítimas aspiraciones presidenciales que están manifestando varios de mis compañeros. A lo que me opuse es a que entremos en campaña prematura para las elecciones 2024, por las siguientes razones: 1. Fue el PLD quien promovió la modificación constitucional del 2010 para unificar las elecciones en el 2016, sobre la base del hartazgo de la sociedad de estar en campaña permanente. 2. Fue el PLD que hizo aprobar la Ley de Partidos para regular los procesos electorales internos y externos de las organizaciones políticas, basado, entre otras razones, en evitar las campañas electorales los 365 días del año.
3. No hace un año que se celebraron las elecciones congresuales y presidenciales del 5 de julio del 2020.
4. Hace unos días que concluimos el IX Congreso José Joaquín Bidó Medina y el PLD tiene por delante la ingente tarea de reorganizarse internamente, de elegir su secretariado, multiplicar sus Comités Intermedios y elegir las nuevas Direcciones Medias aquí y en las seccionales del extranjero.
Por estas razones, considero inoportuno desatar el torbellino electoral dentro del partido porque, además, creo que los sectores económicos, empresariales, sociales, religiosos, medios y líderes de opinión pública, pudieran criticar que un partido de Estado como el PLD, meta al país en campaña tan a destiempo. Todas las reformas para acortar las campañas electorales en el país que hemos implementado, al final van quedando en letras muertas ante el empuje de aspiraciones individuales.
Reconozco que las derrotas electorales sufridas por el partido el año pasado han dejado un sabor amargo entre los militantes y simpatizantes, sobre todo, en aquellos que están siendo víctimas del huracán de cancelaciones injustas desatado por el gobierno del PRM en todos los ámbitos de la administración pública.
Sé que la esperanza de un retorno rápido al gobierno sirve de aliento a nuestros seguidores y los aspirantes a la Presidencia pueden utilizarlo como motivación en sus discursos de captación de adeptos internos.
Por mi parte, creo que fortalecer al partido, hacer oposición firme y constructiva, reconectar con las fuerzas sociales, populares, gremiales, ambientalistas y campesinas, interpretar sus anhelos, sus esperanzas y acompañarlas en sus luchas reivindicativas, es lo que terminará fortaleciéndonos como opción de poder nueva vez.
Visto bueno
El Comité Político dio su visto bueno al inicio de esta campaña y pretende regularla para que no colida con el proceso de reestructuración interna. Como un militante disciplinado, me someto a esta decisión del partido, solo que, en mi caso, y para ser coherente, no he anunciado el inicio de un proyecto presidencial para el 2024, como erróneamente se informó a la opinión pública.
Por ahora, a fortalecer al partido y a acompañar al pueblo en sus luchas por un mejor destino para todos y todas.
Por Carlos Amarante Baret
