El deporte dominicano debe someterse a transformaciones radicales con relación al actual modelo que se implementa desde hace décadas.

Esos cambios deben iniciar desde la raíz misma del movimiento deportivo , hasta las estructuras más elevadas, si es que se quieren obtener resultados palpables a corto, mediano y largo plazo.

En la actualidad solo se está dando seguimiento, porque no hay más nada de qué hablar, a las promesas que realiza el ministro Danilo Díaz, con las mejores intenciones, pero con escaso presupuesto para poner mínimamente en movimiento una maquinaria que no se mueve sin recursos económicos.

De buenas intenciones está repleta la viña del señor, lo que hace imposible lograr resultados como los que requiere el deporte, por lo que se hace necesario un incremento de recursos, así como una buena administración de los mismos.

Danilo Díaz ha anunciado varios proyectos, algunos populistas, que han resultado del agradado de dirigentes y atletas, pero su misión fundamental debe estar centrada en desarrollar polos esenciales que gravitan en el desarrollo integral de ese sector.

Habrá que esperar, para saber a ciencia cierta qué pasará, cuando se pase el balance final de los próximos cuatro años . ¡No desesperéis!