
Dos resoluciones y un plan piloto del Ministerio de Trabajo para reglamentar el trabajo de los empleados domésticos fueron sin duda el tema más conversado de los últimos días en la mayoría de los hogares dominicanos donde hay personal para el servicio y en otros donde algún familiar es trabajador en casa ajena. Comunes en ambos casos fueron el temor y el desconocimiento.
En radio, televisión, prensa y redes sociales, se generó un gran debate acerca de si el gobierno podrá realmente implementar unas medidas controversiales que hasta ahora sólo han sido defendidas por oficialistas y algunos activistas progres que llaman “esclavista” a cualquiera que ose cuestionar la pertinencia o legalidad de estas resoluciones.
