Durante los días prenavideños son múltiples los encuentros sociales que se realizan para hacer un alto en el ajetreado diario vivir.
Políticos y empresarios suelen estar en el centro de esos encuentros, ya sea como anfitriones, comensales o como el centro de los conversaciones informales.
En uno de esos encuentros, celebrado el mismo 24 de diciembre, coincidieron Hipólito Mejía, Miguel Vargas y Luis Abinader, quienes se dispensaron en ese encuentro un trato de camaradería propio del ambiente general que reinaba.
Lo de Hipólito y Miguel fue notable para muchos de los presentes, pues se pensaba que la relación entre ellos era tirante.
Pero no dieron señales de que fuera así. Posaron juntos para fotos, riendo de buena gana, junto a otros comensales, lo cual demuestra que lo político no hizo que la sangre llegara al río en lo personal. Luis empieza a verse más suelto en esos ambientes, pero todavía le falta mucho para llegar a la fluidez de su compañero de partido, el expresidente Mejía.
En la reunión no había mensajes ocultos, se trató de una actividad navideña convocada por un importante empresario y correspondida por colegas suyos y también por políticos, pero las conjeturas serán inevitables, especialmente en estos días que son tan propicios para las peñas informales.
