Por Ramón Mercedes
Nueva York.- La Comisión de Naciones y Pueblos Indígena Originario, Campesino, Cultural e Interculturalidad de la Cámara de Diputados de la república de Bolivia reconoció al profesor de periodismo, escritor, investigador y diplomático dominicano, licenciado Amín Cruz, por su larga trayectoria y trabajo en el orden social y cultural latinoamericano, luego de participar en el XI Congreso Hispanoamericano de Prensa celebrado en la Paz, capital del país suramericano, los días 4, 5 y 6 del presente mes.
El periodista y escritor dominicano recibió el pergamino de manos del diputado Santos Paredes, quien proclamó, “como Presidente de la Comisión, me corresponde ser celoso de nuestra cultura y valorar nuestra identidad, pero al mismo tiempo, debemos destacar los valores latinoamericanos, y el investigador Cruz es de esos grandes valores que aportan a los pueblos y naciones de América Latina”.
«Cabe destacar que el profesor de periodismo es un gran valor humano, ejecutando en los Estados Unidos eventos como el “Congreso Hispanoamericano de Prensa”, por 10 años consecutivos, que tiene un gran valor y aporte al desarrollo de los pueblos Latinoamericanos en varios órdenes, principalmente en defensa de la libertad de prensa”.
Añadió que “como pueblo libre, Bolivia reconoce los grandes aportes que hacen los hermanos latinoamericanos a nuestras naciones a través de la educación, cultura, economía, diplomacia y tecnología, entre otras ayudas, que impulsan a desarrollarnos humanamente como pueblos hermanos”, expresó el diputado boliviano.
El periodista Cruz recibió el reconocimiento en la sede del congreso bolivariano, y estuvo acompañado del licenciado Luis Mendoza, vicepresidente del Congreso Hispanoamericano de Prensa y Presidente del Círculo de Periodistas Bolivianos, además del Coordinador General del Cónclave, profesor Gonzalo Leonardini Marín.
El congresista Paredes recibió de parte del licenciado Cruz el libro de su autoría titulado “Presencia Dominicana en las Naciones Unidas, un Documento para la Historia”, agradeciendo dicha entrega y catalogando la obra como si fuera la Biblia en el orden diplomático, porque tiene entendido que es el primer documento que registra la historia de la diplomacia de un país en las Naciones Unidas.
