La condición de vida de los munícipes de Manoguayabo cada día se ve afectada, debido a la destrucción de las calles. José De León
SANTO DOMINGO.-Calles intransitables, años de descuido y la falta de atención por parte de los alcaldes que han pasado y los cambios de gestiones, en Hato Nuevo de Manoguayabo ha provocado que los moradores muestren su desesperación por el deterioro y la mala condición en la que viven.
Esta situación es cada día más penosa y sobre todo grave, debido al mal estado en que se encuentran las vías de diferentes barrios de ese sector, dificultando transitar con seguridad y exponiendo la vida misma de sus habitantes.
Las personas que visitan estos lugares pueden darse cuenta de lo insufrible y a la vez de la difícil problemática en que se desenvuelven, topándose no sólo con las calles deterioradas, sino también con puentes que están dañados por la falta de mantenimiento a lo largo de los años, lo que ha ocasionado accidentes y muertes de los que transitan a diario.
Otro de los elementos que contribuyen con el deterioro de las vías son los camiones cargados que utilizan esa ruta como una forma de liberarse del pago de peajes en la circunvalación de Santo Domingo, el de la autopista Duarte y el de la Seis de Noviembre.
Esto vuelve caótico el tráfico en la zona de Hato Nuevo y los sectores aledaños, ya que son innumerables furgones los que pasan por estas calles desde temprano en la mañana.
Quejas
La presidenta de la junta de vecinos del Residencial Contresa I, Isolina Aracena, dijo que como comunitaria de Hato Nuevo le ha explicado al alcalde de Santo Domingo Oeste, José Andújar, la situación por la que está pasando el sector de Hato Nuevo de Manoguayabo y otros barrios cercanos. Dijo, sin embargo, que el alcalde no responde ni interviene para erradicar el problema.
“Estamos cansados de hablar con las autoridades para que vengan en nuestro auxilio y no han hecho nada; personas han muerto y se han accidentado por esa causa”, expresó Aracena.
Unos de los moradores de ese residencial, Amayo Jiménez, comunicó que el alcalde de Santo Domingo Oeste se ha mostrando como un irresponsable por la falta de atención para un problema como el de los puentes que se encuentran destruidos y las calles en condiciones intransitables.
“A nadie le importa que nos pase algo o que se muera una persona por la situación de destrucción en que se encuentra el puente de Quita Sueño”, agregó Jiménez.
Los daños son visibles en varios tramos de las calles y se complica cada día más, aseguran quienes se trasladan a diario por la zona para realizar diligencias o tan solo dirigirse a sus trabajos.
Los conductores explican que sus vehículos se les están destruyendo muy rápido por los hoyos, pero también la situación provoca largos taponamientos, lo que genera un aumento en el consumo de combustibles.
Los choferes de las rutas que operan en el sector aseguran que deben hacer malabares para poder transitar las vías. Un ejemplo de esto es Hernández Encarnación, quien dijo que los usuarios se quejan de que están adoloridos por causa de los hoyos baches en el pavimento.
Así mismo, demandó la ayuda del Ministerio de Obras Públicas a ver si de esta manera se puede arreglar las calles en mal estado, al igual que los puentes de Quita Sueño de Haina y el de Operaciones Especiales, en Manoguayabo.
Los motoconchos de la parada Kila Cuatro del cruce de Hato Nuevo con Manoguayabo, expresaron que tienen más de cinco años viviendo en el constante caos que se genera en las vías de ese sector, por lo cual piden que se les escuche, porque están cansados de hablar con las autoridades y estas no hacen nada.
El medio de transporte de esos motoconchistas se ven deteriorado por la mala condición en que se encuentran dichas calles, por lo que en ocasiones se les dificulta el traslado de personas.
Opinión
—1— Reclamo
“Queremos que el alcalde gestione todo para el arreglo de este gran desastre”, dijo Carlos Ramírez, presidente de la parada Kila Cuatro.
—2— Insistencia
Habitantes de Manoguayo demandan a Obras Públicas y al Ayuntamiento de Santo Domingo Oeste que vayan en su auxilio.
*Por EYMI SILVESTRE