Los viajeros europeos se enfrentan desde hace semanas a la posibilidad de que las tambaleantes finanzas de Grecia den lugar a que los cajeros automáticos queden vacíos. Deberían, en cambio, preocuparse por los de Alemania.
Mientras que los cajeros de Atenas todavía operan sin problemas, los transportadores de caudales de Alemania, que están en huelga, dejaron de llenar los cajeros, lo que creó problemas para los que trataban de efectuar extracciones.
Y el conflicto laboral de final abierto con una compañía de seguridad local significa que la solución no está a la vista. “Todo depende de cómo reaccione la compañía”, dijo Andreas Splanemann, portavoz sindicato Verdi.