Resultaría un verdadero chasco para el país, no resolver en el menor tiempo posible la crisis interna que afecta a la Federación de Taekwondo, una de las más exitosas en competencias internancionales.

En realidad, no hay explicación valedera para justificar los inconvenientes que se han venido denunciando.

Resulta bastante extraño que el Comité Olímpico no haya buscado solución en lo inmediato a una situación de tanta magnitud .

La denuncia de Francisco Camacho de que no recibe fondos porque varios personajes se apoderaron del nombre de la federación, es simplemente un reflejo ´sobre la forma en que se están desarrollando las cosas en el deporte.

No es posible que como por arte de magia prácticamente se apropien de una federación, sin ningún tipo de consecuencias.

Luisín Mejía y el Comité Ejecutivo del COD, deben hablar claro sobre este caso, porque no se puede permitir bajo ningún concepto que se puedan repetir hechos de esa naturaleza.
La verdad es que definitivamente “este es un país especial”, donde cualquier cosa puede pasar sin consecuencia alguna.

Que el país no pueda preparar a los atletas de taekwondo porque los fondos no les llegan, es sencillamente un crimen.

Es insólito que casos de esta naturaleza se materialicen en un país, donde todos se conocen al dedillo.

Al parecer es una conspiración con visos político-partidista, con el único objetivo dañar una gestión que hasta la fecha ha sido altamente positiva para el deporte dominicano.
No se puede seguir manteniendo un silencio sepulcral sobre el tema, porque hoy más que nunca es necesario trabajar con pulcritud.