PUERTO ESPAÑA.— Un buque de guerra de Estados Unidos atracó en la capital de Trinidad y Tobago el domingo mientras la administración de Trump aumenta la presión militar sobre la vecina Venezuela y su presidente Nicolás Maduro.
La llegada del USS Gravely, un destructor de misiles guiados, a la capital de la nación caribeña se suma al portaaviones USS Gerald R. Ford, que se está acercando a Venezuela. Maduro criticó el movimiento del portaaviones como un intento del gobierno de Estados Unidos de “inventarse una nueva guerra eterna” contra su país.
El presidente estadounidense Donald Trump ha acusado a Maduro, sin proporcionar pruebas, de ser líder de la banda de crimen organizado Tren de Aragua.
Funcionarios trinitarios y norteamericanos indicaron que el enorme buque de guerra permanecerá en Trinidad hasta el jueves para que ambos países puedan llevar a cabo ejercicios de entrenamiento.
Un alto funcionario militar en Trinidad y Tobago dijo a The Associated Press que los ejercicios fueron programados recientemente.
El funcionario habló bajo condición de anonimato debido a la falta de autorización para discutir el asunto públicamente.
Kamla Persad-Bissessar, la primera ministra de Trinidad y Tobago, ha sido una defensora vocal de la presencia militar de Estados Unidos y de los ataques mortales a barcos sospechosos de tráfico de drogas en aguas frente a Venezuela.
Jenifer Neidhart de Ortiz, encargada de negocios de la embajada de Estados Unidos, declaró en un comunicado que los ejercicios buscan “abordar amenazas compartidas como el crimen transnacional y construir resiliencia a través de entrenamientos, misiones humanitarias y esfuerzos de seguridad”.
La visita se produce una semana después de que la embajada en Trinidad y Tobago advirtiera a los estadounidenses que se mantengan alejados de las instalaciones del gobierno norteamericano allí. Las autoridades locales explicaron que ello fue a raíz de una amenaza reportada contra los estadounidenses.
Muchas personas en Trinidad y Tobago critican el atraque del buque de guerra en la ciudad.
En una reciente manifestación frente a la embajada de Estados Unidos, David Abdulah, líder del partido político Movimiento por la Justicia Social, sostuvo que Trinidad y Tobago no debería haber permitido que el buque de guerra entrara en sus aguas.
“Este es un buque de guerra en Trinidad, que estará anclado aquí durante varios días a solo millas de Venezuela cuando hay una amenaza de guerra”, expresó Abdulah. “Eso es una abominación”.
Caricom, un bloque comercial regional compuesto por 15 países del Caribe, ha pedido diálogo. Trinidad y Tobago es miembro del grupo, pero Persad-Bissessar ha dicho que la región no es una zona de paz, citando el número de asesinatos y otros crímenes violentos.