Buenas noticias

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Buenas noticias<BR>

Dos hermanos chilenos (uno es sicólogo y el otro es periodista) han tenido la iniciativa de crear un periódico digital que contendrá tan sólo buenas noticias. La idea no es original, pues hace algunos años un millonario británico quiso hacer lo mismo y se fue a la quiebra.

Mi intención, al hacerme eco de la singular decisión de los amigos chilenos, no es desalentarlos, sino prevenirlos. La naturaleza humana descansa en gran medida en la curiosidad.

El hombre y la mujer quieren saberlo todo, lo bueno y lo malo, y no sólo quieren, sino que tienen todo el derecho a saberlo.

¿Quién soy yo, o quién es cualquier director de periódico, para decidir lo que los lectores deben saber o ignorar? Nuestro deber como periodistas es brindarle en bandeja de plata al público un menú con todos los platos disponibles que hay en la cocina. El público decidirá, por sí mismo, cuál prefiere.

Los periódicos no son responsables de las vilezas o maldades que se producen cada día, como tampoco lo son de las cosas buenas que ocurren. Son, más bien, un espejo de la realidad social. Lo que vemos en ellos no es más que nuestra propia imagen.

Ojalá que los hermanos chilenos tengan éxito en su laudable propósito, pero que ese éxito se deba a que en el mundo solo se produzcan buenas nuevas, y no a que un censor oculte a su voluntad la otra cara de la moneda, induciendo así a los pueblos a vivir engañados desconociendo la dura realidad de la vida.



El Día

Periódico independiente.

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