Las bancas de apuestas y de loterías proliferan como verdolaga, una pequeña planta tenaz y de una gran facilidad para reproducirse y crecer.
Se les puede encontrar en cualquier parte, no importa si se trata de un pueblo, una aldea o la comunidad más apartada del país.
Con el propósito de poner orden en un sector de los negocios que ha operado durante bastante tiempo como el motoconcho, es decir, como chivo sin ley, el Ministerio de Hacienda ha emitido una resolución con la que espera someter a las bancas a un amplio proceso de “regularización”.
La canana le ha caído al actual director de la Lotería Nacional, Quico Tabar, un funcionario de larga experiencia y probada honradez que va a necesitar un poco de suerte para salir airoso de semejante encomienda.
Hay, desde luego, una ley que regula instalación y funcionamiento de estos negocios, así como una entidad con la responsabilidad de guardar el orden en el sector. Pero todo esto es letra muerta.
El Ministerio de Hacienda ha dado un plazo bastante extendido para que regulen su situación los que tienen bancas de lotería al margen de la ley. De acuerdo con lo dispuesto en la resolución 061-2022, en cuatro meses, o 120 días, debe estar este desorden en condiciones de ser puesto en regla.
¡Buena suerte, Quico!