En cada partido político hay distinta clase de gente. Así como el PLD posee un elenco de dinosaurios que nunca sacaron ni una gata a orinar y cuyo mejor destino sería un merecido retiro, el PRM igualmente tiene una cuadra ruda que aporta poca cosa que no sea audacia intemperada, lo que menos falta hace después de ganadas las elecciones.

Por eso es esperanzador que Luis Abinader haya integrado su comisión técnica de transición con personas como Sonia Guzmán de Hernández, Lisandro Macarrulla, Jochi Vicente y Miguel Ceara Hatton, pues en apenas 40 días deberán compenetrarse con los asuntos gubernamentales para que el traspaso de mando sea fluido y sin problemas.

La buena disposición de Danilo Medina no deja lugar a dudas en cuanto a su intención de que el presidente electo reciba toda la colaboración requerida para que desde el mismo 16 de agosto pueda arrancar con buen pie su administración. Malo sería que el PRM desaproveche su oportunidad para la excelencia incorporando al gobierno a sus propios incordios. ¡Zafa!