Brasil tiene que concentrarse exclusivamente en los problemas fiscales y en la inversión para evitar un deterioro de las cuentas fiscales que podría derivar en una reducción de la nota, dijo Nunes, de S&P.

Si la situación empeora, la degradación podría llegar antes de los 24 meses que habitualmente lleva evaluar una calificación, dijo.
El gobierno no cumplirá este año su objetivo de superávit primario, que excluye los pagos de intereses, agregó.
Brasil apunta a un superávit equivalente a 2,3 por ciento del PIB.
El gobierno también eliminará las exenciones impositivas a los productos de consumo y pondrá fin a un programa de estímulo de las exportaciones.