Río de Janeiro.- Brasil, a cargo del mando militar de la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah) y el país que más cascos azules aportó a esta fuerza de paz, despidió hoy al último de los contingentes enviados al país caribeño tras la decisión de la ONU de ponerle fin a la misión.
El ministro de Defensa de Brasil, Raúl Jungmann, fue el encargado de despedir a los 250 soldados que embarcaron este jueves rumbo a Haití en el aeropuerto de Viracopos, en el interior del estado de Sao Paulo, y que serán los últimos de los 37.500 militares con que Brasil llegó a nutrir la Minustah en 13 años de la misión.
Brasil ya no tendrá que renovar sus tropas en Haití debido a que el Consejo de Seguridad de la ONU acordó en abril pasado ponerle fin a su actual misión en Haití el 15 de octubre próximo y retirar a todos los cascos azules para dejar tan solo una pequeña presencia policial en ese país.
El último mandato de la Minustah de seis meses fue aprobado por unanimidad por los quince miembros del Consejo de Seguridad, tal y como lo recomendó el secretario general de la ONU, António Guterres.
La Minustah tendrá una sucesora, bautizada como Minujusth, que se centrará en apoyar a la policía haitiana, promover el Estado de derecho y vigilar el respeto de los derechos humanos.
Esta nueva misión no tendrá personal militar y será mucho más reducida, compuesta por un máximo de siete unidades de policía constituidas y 295 agentes.
La Minustah fue puesta en marcha en 2004 con el fin de apoyar a Haití después de que un movimiento armado derrocara al entonces presidente, Jean-Bertrand Aristide, y reforzada para ayudar al país a recuperarse tras el terremoto de 2010.
En declaraciones que concedió a periodistas tras la ceremonia de despedida de las tropas, el ministro de Defensa dijo que Brasil analiza participar en otras misiones de paz de la ONU, con preferencia en África.
“Tenemos entre 13 y 14 posibilidades (de destino para nuevas misiones de paz), pero la que más viene pesando es en África. Y uno de los tres países africanos que preferimos es la República Centro-Africana”, aseguró Jungmann.
Pese a ser considerada la misión de paz con más duración y movilización de tropas, así como la más exitosa, en que ha participado Brasil, la Minustah también ha sido objeto de críticas por su elevado costo para Brasil y por el número de bajas.
Según el Ministerio de Defensa, Brasil invirtió 2.550 millones de reales (780 millones de dólares) en la Minustah, pero la ONU, por el momento, solo ha reembolsado al país 931 millones de reales (290 millones de dólares).
En cuanto a las pérdidas humanas, 25 militares brasileños murieron durante la misión, 18 de ellos en el terremoto de 2010, y dos comandantes fallecieron en el ejercicio de su cargo.